Soñar no cuesta nada
Aunque ya sabemos más o menos lo que va a ocurrir en las próximas elecciones y siempre mirándonos en el espejo para sonreír interiormente por nuestra reconocida ingenuidad (inocencia), nos animamos a emitir algunas sugerencias con la esperanza de que los actuales candidatos del país puedan tomarlas en cuenta porque tienen su relación con respecto a lo que esperamos de un futuro gobierno.
No se necesita leer voluminosos libros de ciencias políticas para exigir los siguientes aspectos:
-Total y absoluto respeto hacia una auténtica democracia que, como todos sabemos, significa “gobierno del pueblo y para el pueblo”. Necesitamos gobernantes honestos y justos, que administren el país buscando la colaboración de ciudadanos que hayan demostrado y demuestren esas virtudes.
-Que se acabe la “muñeca”, el compadrerío y el hecho de que para obtener un trabajo o empleo público exijan más los famosos “avales” o documentos que acrediten asistencia a concentraciones “espontáneas” de apoyo al partido político gobernante o por haber pintado (pintarrajeado) calles, plazas y parques con el mismo motivo.
-Que el dinero proveniente de la venta de recursos naturales sea invertido en fábricas o empresas que generen empleo para nuevos profesionales y no profesionales.
-La creación de más hospitales con equipamiento moderno. Nunca más quisiéramos ver filas inmensas de adultos y ancianos implorando atención médica para ser rechazados por falta de máquinas modernas y profesionales especializados.
-Que se acabe el derroche de dinero estatal en propagandas donde funcionarios de toda jerarquía aprovechan cínicamente para exhibir sus rostros con el motivo más insignificante.
-Respeto hacia ocasionales rivales políticos. No es edificante escuchar insultos y agresiones verbales en forma pública.
El nuevo gobernante honesto debe poner freno al turismo oficial con pago de elevados viáticos, porque para eso el país tiene embajadores y “agregados” para todo (y para nada).
-Que se gobierne con responsabilidad y sin mentir al inocente y candoroso pueblo que periódicamente se siente engañado por falsas promesas.
-Creación de fuentes de trabajo para evitar el aumento de comerciantes callejeros que expenden productos procedentes del contrabando o se convierten en transportistas urbanos.
COROLARIO
Esas son algunas sugerencias (daremos más) que nos permitimos elevar a los candidatos de partidos políticos (con siglas propias o prestadas).
¿Ya no retrocederemos más y Bolivia irá hacia adelante?
¿Leerán los políticos estas líneas? Y si leen (o se los leen)… ¿no se burlarán de nosotros y de nuestra inocencia?, ¿el Creador del Universo se apiadará de los bolivianos?
Repetiremos como en los rituales religiosos: “Que se reciba la oración”.
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