El espíritu de libertad de Murillo

El pueblo de Inquisivi se mantenía gracias a la explotación de sus minerales y productos agrarios propios de un valle que se acerca más a las zonas tropicales.

Inquisivi llegó a ser una población urbana, muy pequeña, sin embargo el trabajo de los yanaconas, mitayos y pongos dio lugar al descanso de los patrones, que generalmente eran españoles, o criollos, dedicados a la bebida y al juego en plan de reposo.

Allá por 1750 vivía María Ascensia Carrasco, que muy niña cometió un pecado, cuyo fruto fue un hijo, a quien solícitamente mantenía con la ayuda del párroco del pueblo, Juan Ciriaco Mena Murillo y Salazar, sacerdote español, padre del niño, que no eludía su responsabilidad. Colaboró a María Ascensia para un viaje a la ciudad de La Paz, a fin de bautizar al párvulo con el nombre de Pedro Domingo Murillo Carrasco, el 17 de octubre de 1758 en la Iglesia de Santo Domingo.

Trasladado el cura Mena Murillo a la parroquia de Irupana, asumió sus responsabilidades, ingresando Pedro en la escuela parroquial, iniciándose su educación y cultura.

Trasladado nuevamente el cura a las parroquias del altiplano, Pedro Domingo fue internado en el Seminario de la ciudad de La Paz, concluyendo sus estudios, que lo habilitaron para una carrera universitaria.

En el seminario de La Paz, el joven Murillo se hizo amigo de estudiantes de las provincias paceñas, y de las poblaciones de Arequipa y Puno.

Sus vacaciones los pasaba Murillo en el curato del padre, como seminarista ayudante, pero poco le interesaba la carrera sacerdotal, prefiriendo la minería, allí donde pudiera encontrar minerales raros y caros.

En 1770, Pedro cumplió 15 años, egresando como Bachiller en Artes, y en pocos años fue a Chuquisaca en pos del título de doctor.

La Universidad de San Francisco Xavier fue la primera que se creó en la jurisdicción de la Audiencia de Charcas, a sus recintos llegaban jóvenes de Arequipa, Córdova, Tucumán, Buenos Aires y de las ciudades de la Audiencia.

Doctorado, Murillo se casó en la ciudad de La Paz con María Josefa Olmedo, siendo ya Capitán de Milicias.

En el cerco de Tupac Katari, a la ciudad de La Paz, el capitán Murillo combatió contra el cerco indígena, asistiendo a los habitantes de todas las clases, que sufrían por falta de alimentos y por enfermedades y muertes, propias del cerco.

Las mujeres quizá fueron su perdición, si María Josefa Olmedo fue su esposa, tuvo una amante, Manuela Cocha y Durán, que durante la represión realista huyó con sus hijos a Inquisivi.

El espíritu de libertad afloraba en el espíritu de Pedro Domingo Murillo; el levantamiento del Cusco de 1805 lo inició en el camino de la revolución. Las visitas de patriotas del Cusco hicieron que se organice una hermandad, donde Murillo era el principal propulsor, acudiendo a esas reuniones José Herrera, Ramón Loaiza, Juan de la Cruz Monje, Carlos Torres, los hermanos Rodríguez Palma, Clemente Diez de Medina, Basilio Catacora, Juan Crisóstomo Esquivel y otros.

Se concibió a La Paz como eje de una república independiente, aprovechando el desconcierto de España frente a la invasión napoleónica. Derrotado el levantamiento del Cusco, comenzaron las persecuciones contra los patriotas paceños. Murillo y Catacora fueron juzgados.

Un patriota cusqueño, José Gabriel Aguilar, ingresó a la ciudad de La Paz. Principal complotador del Cusco, charló con Murillo y sus adeptos, era el inicio de la revolución americana.

Aguilar y otro conspirador del Cusco, el doctor Manuel Ubalde, fueron apresados en esa ciudad y sentenciados a la pena de la horca.

Comenzó la revolución en la ciudad de La Paz en marzo de 1809, en casa del patriota Orrantia, con la colocación de pasquines y volantes a favor de la revolución americana: “Viva nuestra Ley y muera el mal gobierno de los chapetones”.

Murillo era cortés, afable, de mucha atracción y simpatía, de personalidad superior. “Murillo fue el gran mestizo, el cholo egregio y el paladín de la revolución precursora de la América hispana”. La Junta Tuitiva, establecida el mismo día de la revolución, l6 de Julio de 1809, fue la primera forma auténticamente democrática de la América hispana y la precursora del Parlamento.

Sociedad Bolivariana de Bolivia. Fundada en 1936.