El día 16 de julio los paceños rendimos homenaje a un hecho histórico, pues en 1809 se instauró en nuestra ciudad el primer gobierno libre de América Indohispana y se dio inicio a las luchas independentistas, que en el Alto Perú duraron cerca de 16 años. Esta fecha de fuerte contenido histórico ha sido convertida -en especial por los medios audiovisuales- en una suerte de aniversario, cuando en verdad la ciudad de Nuestra Señora de La Paz fue fundada el 20 de octubre de 1548. Siguiendo esa postura, aprovechamos para reflexionar sobre la ciudad sede de Gobierno.
En nuestra urbe diariamente desarrollan sus actividades más de un millón de personas, de las que más de 250 mil vienen de la ciudad de El Alto (antes El Alto de La Paz). Según el censo de 2012, la ciudad de La Paz tendría 833.344 habitantes (datos cuestionados por el Gobierno Municipal y las instituciones paceñas). La población que viene de la urbe alteña consume y se beneficia con los servicios de la sede de Gobierno, pero no aporta al municipio, de tal suerte que esta población cuasi flotante, pues trabaja ocho o más horas en La Paz y pernocta en El Alto, resulta un costo importante para los habitantes paceños. Sólo en la universidad de San Andrés estudian cerca de 30.000 jóvenes de El Alto.
La Paz es seguramente la urbe más desarrollada del país, sin embargo la calidad de vida de su población se ha visto afectada debido a una serie de problemas que necesitan urgentes soluciones. Comencemos por anotar el grave problema de la congestión de vehículos, pues un tercio y más de parque automotor del país están en las calles de la ciudad paceña. Es urgente que el Gobierno municipal encare una red vial que descongestione el tránsito de motorizados, comenzando por una vía que conecte la zona sur con Miraflores, es decir Achumani hasta detrás del hospital Obrero, pues todo el tráfico de vehículos tiene que bajar hasta la avenida Roma para subir a la ciudad, produciéndose en horas pico una congestión penosa.
Las calles paceñas para la circulación de los peatones están ocupadas por vendedoras asentadas en las aceras y anaqueles de todo tamaño autorizados por la Alcaldía, que dificultan el desplazamiento de los peatones; las mismas aceras están en malas condiciones y producen daños en los viandantes.
Es importante que el parque urbano central siga su curso a la zona sur, a partir de la curva a Obrajes, con el nombre de Parque Urbano Sur, habilitando el área que colinda con los predios públicos que ocupa la firma Toyosa, hasta concluir en la vía que va a Mallasa.
Se tiene que solucionar el problema del parqueo de vehículos en el centro de la ciudad, mediante incentivos a las empresas e inversores que efectúen emprendimientos en edificios de parqueo, ya que es una inversión rentable. La misma Alcaldía debería invertir en estos edificios, pues ya se había proyectado un área de parqueo de vehículos en el mercado Camacho y ha sido cambiado el proyecto.
La ciudad tiene que cuidar su medio ambiente, que ha sido constantemente afectado por edificaciones en los cerros circundantes a la ciudad. En 1940 y 1975, misiones extranjeras en estudios efectuados recomendaron que las denominadas laderas no sean ocupadas por viviendas, pero al hacer construcciones los habitantes, los desplazamientos geológicos han afectado a miles de ciudadanos. Esta ocupación del entorno medioambiental no ha cesado. Es también urgente el retiro de los cables de luz, teléfonos y televisión por cable que afectan al medio ambiente visual, el mismo que ha de ser gravemente afectado con los cables del teleférico que atravesará toda la ciudad.
Es urgente para la urbe la renovación del tendido de tubería de alcantarillado sanitario y pluvial, así como de la red de agua y su extensión a los nuevos barrios que carecen del líquido elemento.
La carretera que conecta la zona sur con Mallasa y sigue a Río Abajo ha resultado insuficiente, por ser de sólo dos vías, lo que ocasiona atascos y congestiones de vehículos perjudiciales para los usuarios, por lo que debe ser ampliada.
El Gobierno municipal debe recuperar para la ciudad (res comunis) o propiedad de municipio un edificio como el ex Cine Princesa, que está perdiendo su original estructura interna, pese a su valor arquitectónico y funcional, para ser convertido en un centro cultural que necesita la ciudad.
La estación del ferrocarril Guaqui La Paz, hoy en poder de la Fuerza Naval, y que ha sido desocupado por esa fuerza militar, debe ser restituida a la ciudad, para ampliar la terminal de buses que resulta muy pequeña y así contar con una infraestructura moderna y apta para su finalidad.
Las necesidades de nuestra ciudad son muchas, pero hemos anotado algunas que consideramos de mayor urgencia, pues así como somos históricamente el mayor aportante al tesoro público, demandamos también del Estado en sus niveles central, departamental y municipal mayor atención a las necesidades de los paceños. ¡Viva La Paz!
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