Con el trasplante de riñón muchos bolivianos que padecen enfermedades renales ven renacer sus esperanzas de vida.
En nuestro país, este procedimiento comienza a tomar fuerza, frente a los altos índices detectados por esta insuficiencia.
EL DIARIO observó desde el quirófano del Hospital Obrero, una cirugía de cambio de riñón que concluyó- como muchos otras- de manera exitosa y devolviéndole la esperanza de vivir a una joven.
De forma previa, antes de efectivizar un trasplante renal, tanto donante como receptor, tuvieron que someterse a una serie de estudios denominados “protocolo de estudios clínico”, a ello se sumó el procedimiento jurídico y administrativo que otorga la aprobación de la donación para cirugía.
El jefe de la Unidad de Trasplante Luis Alberto Ibáñez explicó paso a paso el proceso y aseguró que “la liberación del riñón se constituye también en una cirugía altamente compleja porque el donante es una persona sana. Por tanto, la ética profesional, no puede fallar; la manipulación debe ser sumamente meticulosa, para no complicar la evolución del injerto”.