Washington, (EFE).- El gobernador de Texas, Rick Perry, anunció ayer que el mes próximo desplegará 1.000 soldados de la Guardia Nacional a la frontera con México ante la avalancha de niños inmigrantes que llegan desde Centroamérica.
En una conferencia de prensa en Austin, Perry justificó su decisión por las consecuencias que está teniendo la llegada de los menores, como el hecho de que las bandas criminales aprovechan que la Patrulla Fronteriza está concentrada en atender a los niños para sus actividades de tráfico de personas y de drogas.