¡Qué barbaridad!

Estando fuera de mi Patria, me enteré que el Gobierno en estos días había determinado mediante una ley (la cual no conozco) “regular o regularizar” la situación del trabajo infantil en nuestro Estado y sociedad. Me sorprendió profundamente semejante noticia. Incuestionablemente esta era realmente una muy mala noticia y no pude explicar a mi interlocutor (mi yerno) tamaña barbaridad, al margen del esfuerzo por lograrlo.

Explicaremos lo que sentimos respecto a esta ley, manifestando inicialmente que lo hacemos con respeto al presidente Morales, que cuando hace las cosas bien, lo reconocemos, pero si es como en esta oportunidad, criticaremos con vehemencia y sin tapujos lo malo, ya que la ley nos protege y si no lo hace, seguiremos con nuestro intento de hacer lo que demande nuestra conciencia.

En primer lugar, referiremos que en Naciones Unidas existe un ley universal sobre este asunto que, entre otras cosas, prohíbe y condena el trabajo infantil donde hubiere, sea esto en Asia o en África, donde existe y naturalmente en toda nuestra América. Allí la explotación del niño es un hecho innegable y demasiado doloroso para la gente que tiene conciencia. Al margen de estar rechazada esta explotación por Naciones Unidas, sigue existiendo e, incuestionablemente, es necesario combatirla hasta hacerla desaparecer, porque se la debe considerar como un delito de lesa humanidad. Por lo tanto si esto sucede en nuestro país, al margen de lo que diga el actual Gobierno, condenamos tal hecho con todas nuestras fuerzas y nos da profunda vergüenza por tamaña equivocación.

Nos preguntamos, ¿dónde está todo aquello que pregonaba el Gobierno? Entre otras cosas decía defender los intereses de la clase olvidada, de la mujer y del niño. Realmente es un contrasentido lo que acabamos de referir, porque en vez de combatir todo lo que está en contra de los niños, por el contrario lo justifica con esa ley que ha promulgado (suponemos). Dónde está aquello por lo que se sentían orgullosos e hinchaban el pecho, diciendo que es el único Gobierno que lucha contra toda forma de discriminación y exclusión, que eran ejemplo para el mundo en la lucha por la conservación de la madre Tierra. Dónde están los “supuestos” intelectuales que deberían pensar primero en las consecuencias que esto traerá para el país, que cada día es venido a menos por la incapacidad de los actuales gobernantes.

Definitivamente estamos sorprendidos por tamaña incapacidad para hacer lo que habían pregonado y el pueblo deberá saber diferenciar lo que es bueno de lo malo, como este asunto que nos produce dolor y pena. Sencillamente es una barbaridad.

Señores del Gobierno, les pedimos que no destruyan lo más bello que tiene el ser humano: su niñez. A esos niños con dicha ley los están lanzando a las fauces de la explotación que encontrarán cuando comiencen a trabajar, “protegidos” supuestamente por esa ley que no hace más que destrozar nuestras futuras generaciones y que el país las necesita para construir una sociedad más justa y equitativa.

Rectifique, presidente Morales, tamaña equivocación, no es vergonzoso equivocarse, lo que da vergüenza es persistir en la equivocación. Esta no es la primera vez que lo haría, ya lo ha hecho en varias oportunidades, hágalo otra vez y verá los resultados. No olvide que ya vienen las elecciones.

POR LA PATRIA, LA VIDA MISMA.

armando4403@hotmail.com