¡Sueños posibles!

Instituciones públicas habitualmente realizan concursos públicos en proyectos de arquitectura, los que más ejecutan son los municipios, sin embargo muchos de los proyectos quedan cancelados como el caso de la plaza de los héroes de la zona de Aranjuez o el caso la plaza de los joyeros del sector de las Brujas y otros que a la final quedaron en papeles, quedando colgados los profesionales, ya que nunca verán plasmado sus obras.

Sobre el tema conversamos con uno de los arquitectos más reconocidos, quien sostiene que “la práctica de concursos arquitectónicos es desde tiempos inmemorables, en la modernidad se incrementó aún más. Esto no es un hobby ni cosa parecida y la primera característica es que se puede conseguir trabajo compitiendo, si ganas te adjudicas mediante una consultoría, el segundo punto es que democratizas los proyectos, porque eliminas, edades, prestigio y donde pueden participar todos lo que así los deseen, es una competencia leal de ideas, innovaciones, propuestas, porque las reglas ecuánimes, justas y cuenta con un jurado que conoce de la materia o del rubro. Y de un tiempo atrás en Bolivia se ha perdido esta práctica profesional, porque efectivamente el Estado hace concursos, licitaciones públicas como dice la regla, pero hay quienes convocan y al parecer direccionan a los ganadores para luego adjudicarlos”, afirma el arquitecto Norma Ramírez.

En el actual Estado y municipios efectúan licitaciones de imprenta, arquitectura, insumos, construcciones y otros, que efectivamente luego de ser presentados por profesionales, corren la suerte de perderse en el tiempo o desaparecen y luego nadie conoce del tema, estos sucede cuando no eres del partido oficial o de la región.

Ramírez cuenta su experiencia en el urbe alteña “siempre hemos participado en concursos de arquitectura, el proyecto que hago referencia se refiere a un concurso de Centro Cultural, ubicado en la alcaldía quemada de la ceja de la ciudad de El Alto, donde se pretende agrupar a artistas, danzas, plásticos, donde este al filarmónica de esa ciudad, escuela de música, un proyecto realmente que se merece El Alto, nos presentamos efectivamente al concurso y nos duró tres meses realizar el proyecto en base a las exigencias de los ambientes que requerían los convocadores”.

Para criterio del profesional se trataba de diseñar una Universidad del Arte, era una de las condiciones y la otra era mantener al antiguo edificio (alcaldía quemada y por su historia), que es un patrimonio de la ciudad.

UNA PROPUESTA AMBICIOSA

La propuesta nuestra muy fuerte simbólicamente, ya que la ciudad alteña es totalmente horizontal, anodina, no tiene referentes arquitectónicos de prestigio y calidad o hitos que identifiquen el contexto. Entonces la idea era realizar tres tipos de obelisco de manera que se pueda observar desde cualquier punto de la planicie alteña y son tres edificios-obeliscos con 18 pisos de alto, ajustados a un presupuesto de 6 millones de dólares que debería ser construida en los 10.000 Metros Cuadrados de superficie.

Una de las otras condiciones era que la fachada sea color aluminio-cobre (con persianas) y esta puede reflejar a distancia por el ambiente claro y no contaminante que tiene todavía El Alto. El sol reflejaría y casi iluminaría alrededor. Otro era que el edificio tenga paneles solares para ganar en energía y que podría ser un gran ahorro. Otro valor era que el edificio ocupe el espacio público y literalmente generar para que los ciudadanos se adueñen y los artistas se puedan mover libremente en edificio.

La idea crear un edificio-ícono de la ciudad alteña, con salones para presentaciones, ensayos, espacios para todo lo que se trata de arte y cultura, este edificio tenía una visión moderna.

¿PRESUPUESTO PERDIDO?

“Llama la atención que teniendo el dinero el proyecto se haya perdido y hoy no se sabe nada. La convocatoria ha sido bloqueada. La idea de esto, es que después del concurso se debe publicar y hacer conocer el proyecto de manera pública en algún lugar para que la gente la observe. Otro tema es que la apertura de sobres no fue pública, no sabemos en qué momento lo hicieron. No fue transparente y personalmente me dirijo al Colegio de Arquitectos de El Alto, que hiso el contubernio y debió controlar el concurso. No controló este concurso público que se hace en base a una ley “actualmente no se sabe quién ganó ese concurso e incluso tuvimos muchos problemas de recuperar la maqueta del proyecto, porque al final no sabemos si hemos ganado o quién los hiso, por trascendidos conocemos que ganaron tres propuestas alteñas y ninguna de La Paz”.

Concluye afirmando que “no hemos recibido ninguna explicación sobre el proyecto y no sabemos si construyen o no, pero si tenía un buen presupuesto, ahora tal vez sea un proyecto político que de esos hay muchos, se proyecta, se muestra la maqueta y no se construye…chau presupuesto”.

PROYECTO PRESENTADO

El arquitecto es uno de los pocos, que se presenta en licitaciones internacionales, la última lo hizo en México, y aunque no ganó el concurso, sin embargo el proyecto fue presentado, ya que refleja la arquitectura de bolivianos en el exterior y casi es poco usual que ocurra esto.

“Como dije las ciudades buscan calidad en la arquitectura y es por eso realizan concurso, además que buscan que las obras sean íconos de sus regiones, es lo que se buscó en el proyecto alteño, también en esta de Cuernavaca y buscan que las construcciones sean verdaderas obras de arte y es por eso que se realizan concursos internacionales. Esta ciudad mexicana, tenía un espacio en medio de dos avenidas, en pleno centro de la ciudad y quería convertir el lugar en un ícono de la ciudad, pero tenían que construirse departamentos, áreas comerciales y un mercado, en realidad el proyecto debió ser integrado a lo cotidiano, pero las autoridades mexicanas pretendían que el lugar sea ícono de Cuernavaca, donde se vea el edificio y se identifique a esa ciudad por esta construcción”, relata.

Fueron un total de 250 arquitectos de todo el mundo que se presentaron, “nosotros calificamos entre las 65 obras seleccionadas; ganó un proyecto extraordinario de franceses y perdimos el concurso porque era muy sencillo y en esta ocasión presentamos en Metro Cuadrado para que aprecien esta obra que presentamos a nivel internacional. En algún momento casi ganamos un concurso académico”.

Puntualiza que los arquitectos bolivianos están muy lejos de la práctica para competir a nivel internacional, más no así en la teoría, “nos manejamos muy bien y en eso no debemos acomplejarnos, también estamos lejos de le tecnología que aplican arquitectos de otros países” agrega.

El profesional, admite que la arquitectura que se hace en el país, esta adecuado para nuestro ambiente “traer tecnología es caro, pero ya se construyen con ingeniería moderna como los puentes Trillizos, pues la arquitecta y construcción está avanzada, pero no podemos decir lo mismo en las construcción de departamentos en el país, pues los constructores realizan verdaderas conejeras.