Iglesia espera que candidatos pidan a Dios un corazón para discernir entre el bien y el mal

(ANF).- El arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, afirmó que sería bueno que en los labios de los candidatos a las próximas elecciones esté el pedido que realizó el Rey Salomón, el cual invocaba a Dios un corazón para discernir entre el bien y el mal.

El prelado de la Iglesia cruceña, recordó que Salomón solicitó un corazón a Dios para escuchar al pueblo, desechar la riqueza además de larga vida, porque un gobernante necesita sabiduría para oír a Dios y a la gente. En la Biblia el auténtico tesoro se refiere a la sabiduría de la búsqueda de felicidad y realización que es el anhelo de todo ser humano.

“Este pedido de Salomón concede a tu servidor un corazón que escuche para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, estaría muy bien también en los labios y en el corazón de todos nosotros pero sobre todo de nuestros gobernantes, autoridades y de los candidatos a las próximas elecciones, para que sean verdaderos servidores del bien de todo el pueblo”, afirmó Gualberti.

El monseñor enfatizó que la palabra de Dios indica que una persona es sabia cuando acoge el Reino de Dios y da testimonio con su vida, con auténticos valores, porque la sabiduría exige vigilancia para discernir entre el bien y el mal. También indicó que esta manera de actuar caracteriza a un discípulo de Jesús porque sabe reconocer los valores del Reino, presente en las experiencias pasadas y presentes de acuerdo a la palabra de Dios.

“Escuchar a Dios para discernir entre el bien y el mal según los criterios de Dios y no según los criterios humanos. Escuchar al pueblo para responder a sus necesidades para servirle, para juzgarlo en equidad e imparcialidad, no para dominarlo o explotarlo al estilo de los reyes de entonces”, apuntó.

Sergio Gualberti afirmó que la alegría es el primer regalo del evangelio que nos hace descubrir que el Reino es la misma persona de Jesucristo muerto, resucitado y que sale al encuentro de todos: “Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría, con estas palabras el Papa Francisco, manifiesta la convicción profunda de que en Jesucristo el éxito de nuestra vida personal y también de la historia de la humanidad será siempre un éxito feliz”, remarcó.