Plantean división del departamento

Las medidas administrativas forzadas trascienden más allá de lo que pueda parecer solamente inmediato. Este es el caso de los caprichosos mapas electorales trazados por el Tribunal Supremo Electoral que, para citar un caso concreto, agrupan en una sola circunscripción electoral a provincias tan distintas y alejadas como las de Iturralde (en el extremo norte) con las de Franz Tamayo, Saavedra, Muñecas y Omasuyos (Achacachi), es decir, el trópico amazónico con el Altiplano, dejando sin diputados a la población norteña.

A la vista está que el motivo no es otro que garantizar el triunfo oficialista por la mayor población de Achacachi pese a las tremendas diferencias de cultura, clima, geografía, intereses y hasta idiomáticas entre dichas provincias. En Omasuyos se habla aymara y en Saavedra (Curva, Charazani, etc.) la lengua es el quechua. Ni siquiera hay continuidad geográfica entre Iturralde, Franz Tamayo y Omasuyos.

Todos recordamos las vigilias de 15 días sostenidas por las comunidades del Norte del departamento de La Paz, a puertas del TSE a la intemperie del gélido mes de junio paceño, incluidas crucifixiones en la Plaza Abaroa, pidiendo la modificación de tan caprichoso mapa, mientras a partir de Yungas los caminos hacia las provincias del Norte permanecían bloqueados y se apiñaban más de 800 camiones de ida y vuelta. Estas medidas se atenuaron cuando se les ofreció tratar la situación con el propio presidente Evo Morales, sin embargo la entrevista nunca se realizó.

El fermento de la tácita negativa no tardó en repercutir contra la integridad del departamento de La Paz. La primera opción de protesta fue la independización del Norte o creación de un nuevo departamento, la alternativa, la anexión a los departamentos del Beni o Pando, donde, dijo la dirigencia, se los entiende mejor. Los asambleístas departamentales Víctor León y Alejandro Mendoza, como producto de las conclusiones de una Asamblea de comunarios, plantean la “autonomía regional” para lo que afirman que no faltan razones de peso. Desde que la palabra “autonomía” está de moda (quizá sólo eso), no han faltado escarceos similares en todo el territorio nacional. El Chaco es una realidad regional desligada del departamento tarijeño, prácticamente un nuevo departamento al conjuro autonomista. Ahora pesa la amenaza contra La Paz, con no pocos antecedentes.

Lo evidente es que la desatención del Gobierno y la Gobernación sumen en aislamiento a Iturralde, Franz Tamayo y Saavedra, por lo menos. Sus pobladores -escasos, por cierto, a pesar de la potencialidad agrícola de la región- se quejan de la falta de obras y del aliento oficial a la producción. Sin embargo, con motivo del 16 de Julio pasado, el Gobernador César Cocarico ponderó los aeropuertos de Apolo e Ixiamas. Los representantes de la zona le contradijeron porque, dijeron, ambos están abandonados luego de su iniciación el 2010, además que el camino es intransitable. En 2011, con bombos y platillos, se anunció unir por carretera San Buenaventura con Ixiamas en el plazo de 4 meses. Al presente nada se conoce al respecto, ni tampoco que la entonces anunciada electrificación hubiera llegado a Ixiamas.