Al menos un centenar de palestinos, la mayoría civiles y algunos de ellos niños, han muerto en la jornada más sangrienta en la Franja de Gaza desde el inicio de la ofensiva israelí el 8 de julio, y en medio de nuevas expectativas de un posible alto al fuego humanitario, que no acaba de llegar.
Durante la pasada noche y al despuntar el alba, la marina de guerra, la aviación y la infantería israelíes han recrudecido los ataques en todo el territorio de la Franja, incluido el centro de la ciudad de Gaza, en respuesta a la muerte de diez soldados el pasado lunes, en el peor revés para sus tropas desde la guerra del Líbano.