Liberan de culpa a religiosos en caso de robo a joyas de Virgen de Copacabana

Los cuatro religiosos que fueron sindicados por el robo de las joyas de la Virgen de Copacabana en el mes de abril fueron liberados de pena y culpa, de acuerdo con una última resolución emitida por la comisión de fiscales del Ministerio Público, así lo confirmó ayer la asesora legal de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Susana Inch.

Por su parte, monseñor Eugenio Scarpellini, obispo de la Diócesis de El Alto y secretario general de la Conferencia, dijo en conferencia de prensa que “este es un paso que repone la dignidad de los sacerdotes y su actuar” y lamentó la retardación de justicia por la falta de resultados en un caso “muy delicado”.

Susana Inch indicó que la comisión de fiscales no encontró indicios de responsabilidad para someter a un juicio oral a los prelados de la Iglesia Católica que llegaron a ser aprehendidos por las autoridades cuando se inició la investigación.

“La comisión de fiscales ha determinado que no existe ningún tipo de elemento que pueda determinar alguna responsabilidad de los sacerdotes que han sido implicados en este tema, ninguno de ellos tiene responsabilidad alguna, no existe ningún fundamento para una acusación, están libres de toda culpa”, afirmó Inch.

Al respecto, monseñor Scarpellini, en la conferencia de prensa donde se informó sobre la resolución dio lectura de un comunicado, donde se lamentaba “las presiones psicológicas, las amenazas y los hechos de violencia perpetrados por personas con intereses personales” que buscaban protagonismo y no encontrar la verdad de los hechos. Según el prelado habrían contaminado las pruebas y el procedimiento investigativo induciendo, también al personal a cargo del mismo ir, de manera exclusiva, en contra de los religiosos.

El 25 de abril de 2013, el padre René Vargas, rector del Santuario de Copacabana; el padre Elvio Frías, maestro de los estudiantes franciscanos; el hermano Lorenzo Vabkerti, ecónomo de la Fraternidad del Santuario, y el sacristán Lázaro Pomacusi fueron detenidos bajo sospecha de haber robado las joyas en el santuario de Copacabana.

Scarpellini afirmó que con este tipo de actitudes procesales “se ha afectado los derechos fundamentales de las personas, que siendo inocentes han sido perseguidas, calumniadas constantemente en medios de comunicación local, retenidas y cauteladas injustamente”.

“Sabemos que no es la población de Copacabana, sino un grupo de personas interesadas por sobresalir y crecer en su nivel de presencia para futuros posicionamientos a nivel de organizaciones de base y políticas en Copacabana, estos han sido los motivos que han inducido a estas personas a enfrentar y pedir que los curas salgan, pero la población de Copacabana manifestó su apoyo y su fe en las misas de desagravio que hemos tenido”, señaló.