Raúl Rosales S.
El simple celular que todos portamos en el bolsillo está destinado a convertirse en un próximo futuro en el instrumento que transformará el mundo e inclusive superará las más sólidas teorías económicas, según un libro de reciente aparición titulado “La revolución del celular”, cuyo autor es un profesional dedicado a la minería y con estudios en universidades europeas y asiáticas: Carlos Barragán.
El tema del libro es el celular que posiblemente en pocos años más producirá tan importantes cambios en la sociedad y la economía en general, que las ideas más optimistas quedarán relegadas al depósito de los recuerdos de la abuela y la humanidad tendrá perspectivas muy diferentes para su futuro.
El autor de este libro señala que el celular es un aparato tecnológico milagroso que producirá una verdadera revolución en la vida del hombre. Su importancia podría ser tan significativa como el descubrimiento del hacha de piedra que sacó al hombre de su estado cuasi animal para transformarse en el Homo Sapiens, o como el hierro, el arado, la imprenta, la máquina de vapor, cuya utilización llevó al hombre a dar ”saltos enormes en el desarrollo civilizatorio”.
En ese sentido, al presente, al celular le ha llegado “su cuarto de hora” y al revolucionar las comunicaciones entre las personas está permitiendo que se ahorre considerable cantidad de tiempo en muchas actividades humanas, lo que conlleva, a la vez, a acelerar la toma de decisiones.
Tan notable actualización de lo que es el celular en la vida actual de la sociedad -según el autor de este libro- permitirá la democratización del dinero electrónico, el uso del carnet electrónico de ciudadanía, lo cual permitirá crear lo que se podría denominar “el celular integral”, aparato cuyo uso generalizado está “yendo en sentido de la historia”.
Destaca Carlos Barragán que el celular integral permitirá la recaudación de impuestos, el control sobre todas las transacciones mercantiles y financieras, así como el registro de bienes inmuebles. A la vez hará posible el registro de derechos en general y, en particular, la disminución de los litigios que se producen con el dinero, tierra, propiedad, poder, así como se pondrá en juego los valores, creencias morales o religiosas y hasta expectativas frustradas o choques de personalidades.
También el celular integral permitirá poner fin al dinero negro, dar adiós a la corrupción, revolucionar el transporte, que consume no sólo una parte del tiempo libre del trabajador sino que consume gran cantidad de energía y del ahorro social. A la par, permitirá el registro diario de la gente, así como crear las posibilidades de la planificación científica de los movimientos ciudadanos, la disminución de la delincuencia, la creación de ciudades inteligentes, el control de los signos vitales de la gente, por citar sólo algunos aspectos, todo lo cual sería posible por “el extraordinario avance de las fuerzas productivas” que provocará.
Carlos Barragán insiste, en medio de valiosas apreciaciones políticas, que el celular integral es previsible a corto plazo, pues “no representa problema tecnológico alguno dada la innumerable gama de alternativas”. En ese sentido, el autor de este valioso libro termina proclamando “Ciudadanos del mundo, uníos… Luchemos por la implantación del celular integral y ¡luchemos por la supervivencia del planeta!”. Se debe destacar la novedosa ilustración de la portada de la obra, del connotado artista español David Vela Cervera.
El autor es comentarista de libros nacionales.
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