Funcionarios de una prisión estatal de Arizona inyectaron a un preso condenado a muerte, una inyección letal 15 veces superior a la cantidad de drogas que pide el protocolo de estado.
Los abogados del doble asesino convicto Joseph Wood, de 55 años, indicaron que el preso suspiró y luchó para respirar durante más de 90 minutos hasta que murió el martes 23 de julio.
El viernes, a través de un comunicado, se anunció que se iniciaría una investigación ordenada por el gobernador de Arizona para aclarar por qué la ejecución no se ciñó al protocolo.
Wood recibió un total de 750 mg por cada una de las drogas de la inyección (Midazolam, hidromorfona, un analgésico y un sedante). Las normas apuntan que se deberían administrar solo 50 mg de cada medicamento. Los abogados del condenado ya habían solicitado una investigación independiente, publicó ABC.es
Los abogados han revisado algunas pruebas. “En lugar de una dosis como exige el protocolo, (ellos) inyectaron 15 dosis separadas de la combinación de drogas, dando lugar a la ejecución más prolongada en la memoria reciente”, dijo Baich, uno de los abogados.
“Estoy comprometido con un proceso de revisión minucioso, transparente e integral. Será una revisión estricta sobre cada aspecto de este procedimiento, incluyendo la longitud de tiempo tomó para que la ejecución de completase legalmente”, ha dicho Charles Ryan, director del departamento.
Un reportero de Arizona Republic que presenció la ejecución, dijo que Wood jadeó más de 600 veces antes de caer en el silencio. Familiares de las víctimas de Wood indican que no notaron nada extraño, que en su perspectiva lo más probable fuera que el asesino estuviese roncando.
Los funcionarios penitenciarios apuntan que Wood estuvo totalmente sedado y que no sintió dolor. El convicto fue declarado culpable en 1991 de asesinar a su exnovia y al padre de estas en un taller mecánico en Tucson.
Portada de HOY |
Editorial |
Portada Deportes |
Caricatura |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 9.21 Bs. |
1 UFV: | 1.97095 Bs. |
Impunidad |