Los delfines de dientes quebrados son mamíferos marinos se parecen más a la variedad de los delfines mulares, pero pueden distinguirse por las marcas blancas alrededor del hocico.
En 1995, la científica marina Lisa Steiner aportó la primera descripción de un comportamiento peculiar cerca de las islas Azores.
Una tarde se situó cerca de 50 o 60 delfines que estaban juntos en grupos de entre 4 y 7 individuos.
Parecía que los animales se estaban alimentando, pero actuaban de forma extraña: no mostraban el típico comportamiento enérgico.
Algunos se alimentaban de forma perezosa, pero muchos simplemente nadaban despacio por los alrededores.
En ese momento Steiner se dio cuenta de la presencia de peces globo.
“Cuatro peces globo inflados fueron vistos con los delfines, y uno de ellos, que estaba dado vuelta, era empujado de un lado a otro por uno de los delfines”, escribe la científica.
Sospechó que se trataba de algún tipo de juego. “Al final del encuentro, varios delfines fueron vistos tumbados inmóviles en la superficie con sus espaldas y la parte superior de sus cabezas claramente visibles”.
No está claro lo que estaban haciendo los delfines con el pez globo, pero su extraño comportamiento implica para algunos que estaban experimentando una ligera intoxicación por el veneno del pez globo, la tetrodotoxina.
Un documental de la BBC llamado “Delfines: un espía en la manada” que se estrenó el año pasado, usó el mismo razonamiento. Es una idea controvertida, porque la tetrodotoxina es tan peligrosa que una pequeña dosis puede matar.
“Miligramo a miligramo, la tetrodotoxina es 120.000 veces más letal que la cocaína, 40.000 veces más letal que la metanfetamina y más de 50 millones de veces más letal que el THC”, escribió la bióloga marina Christie Wilcox en la revista Discover.
“Es diez o cien veces más letal que los venenos de los animales más notorios en el mundo incluyendo las arañas viudas y la serpiente mamba negra. Es más potente que el gas nervioso VX, que el formaldehido o hasta la ricina”.
“Es literalmente uno de los compuestos más tóxicos que el hombre conoce”.
Wilcox argumenta que los mamíferos curiosos y con grandes cerebros como los delfines, puedan explorar los pez globo y exponerse accidentalmente a la toxina, pero es muy escéptica sobre la idea de que los delfines se estén drogando intencionadamente con tal precisión que solo consigan paralizarse sin morir de sobredosis.
Además, la tetrodotoxina no es realmente psicoactiva. Provoca la paralización, pero no altera la mente, por lo que sería una mala elección como droga.
Portada de HOY |
Editorial |
Portada Deportes |
Caricatura |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 9.21 Bs. |
1 UFV: | 1.97095 Bs. |
Impunidad |