Joaquín Rotman
En el proceso de Independencia de los países latinoamericanos, la influencia de las guerras libradas por el ejército de Napoleón Bonaparte fue de vital importancia. Hasta se puede decir que los movimientos de las tropas del líder francés en la Península Ibérica fueron unos de los disparadores de las revoluciones en la zona. Tanto Portugal como España sufrieron estas invasiones, que afectaron directamente a sus territorios, pero no tuvieron el mismo efecto en sus colonias en América. Por eso, es preciso despegar el análisis de las colonias hispanas del caso de Brasil, único espacio portugués en América.
En 1808, las fuerzas napoleónicas invadieron el territorio español y el rey Fernando VII abdicó ante el emperador francés Napoleón Bonaparte. Fernando VII fue arrestado, lo que generó un vacío de poder en la corona española. La invasión y el posterior vacío de poder llevaron a España a una guerra. Esta fue la Guerra de la Independencia española.
Como consecuencia de todos estos hechos, el pueblo en las colonias españolas de América, ya influido por las ideas de la Revolución francesa, comenzó a vislumbrar que existía un camino para suprimir el colonialismo y lograr la independencia en un largo plazo. En este contexto, aparecieron las primeras juntas de gobierno en las principales ciudades latinoamericanas. Gracias a estas juntas, que en un principio reconocieron la autoridad real en Fernando VII, se vio favorecido el comienzo del proceso independentista en las colonias hispanas.
Por otra parte, encontramos los sucesos y los efectos de las guerras napoleónicas en Brasil, único territorio luso en América. Portugal, dado que no acató un bloqueo continental decretado por el líder francés, fue objetivo de ocupación para sus tropas.
En Portugal, los efectos de la invasión na-poleónica fueron distintos a los de su vecina España. El traslado, bajo protección británi-ca, de la corte portuguesa a Río de Janeiro en 1808 para escapar de la invasión francesa modificó la relación colonial porque Brasil pasó a ser la metrópoli.
La situación generó el fin del monopolio comercial, al quedar eliminada Lisboa como centro de las exportaciones e importaciones. Esta apertura comercial fortaleció los inte-reses de la corona y de los terratenientes brasileños favorecidos por la suba de expor-tación de azúcar, algodón y café.
Si bien el traslado de la monarquía se había planeado como algo temporal, lue-go de la derrota definitiva de Napoleón, el rey Juan VI decidió permanecer en Brasil porque los principales intereses económicos del reino se encontraban allí. El acontecimiento que precipitó la independencia de Brasil fue la revolución liberal que estalló en Lisboa en 1820.
Esta fue iniciada por militares liberales que contaban con el apoyo de los comerciantes portugueses, cuyos intereses se encontra-ban afectados por la pérdida del comercio colonial. Se estableció una Junta Provisional que gobernaría en nombre del rey, y se convocaron Cortes Generales, Extraordina-rias y Constituyentes en las que estaban representados los territorios peninsulares y americanos.
Para concluir, se puede afirmar que Espa-ña y Portugal tenían demasiados problemas en su península como para intentar mitigar los levantamientos armados rebeldes de los criollos en sus colonias, producidos por las guerras napoleónicas. En lo personal, creo que si estas gestas no se hubieran llevado a cabo, el proceso independentista hubiera tardado bastante más en comenzar.
Portada de HOY |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 9.20 Bs. |
1 UFV: | 1.97170 Bs. |
Impunidad |