Pekín.- Los derrumbes de tierra y las intensas lluvias que caen en la región complicaron ayer las tareas de rescate y la llegada de ayuda humanitaria a la zona del suroeste de China azotada el domingo por un grave terremoto que ha causado ya 410 muertos y más de 2.000 heridos.
El mayor peligro al que afrontan ahora las autoridades es llevar a cabo cuanto antes la evacuación de los residentes cercanos a los lagos que se han formado en el condado de Ludian tras el fuerte temblor, de 6,5 grados de magnitud, informó Efe.
Los deslizamientos de tierra han creado diques en los ríos de la zona, formando lagos cuyo nivel está comenzado a crecer, lo que supone una nueva amenaza para unos 800 residentes y siete centrales eléctricas que se encuentran río abajo, explica la agencia estatal Xinhua.
Según datos oficiales publicados ayer, más de una veintena de viviendas ya se han visto anegadas por estos lagos formados repentinamente, una circunstancia que también ocurrió tras el grave terremoto ocurrido en la región de Sichuan en 2008.