En ocasión de conmemorar los 62 años de la Revolución del 23 de Julio de 1952, el embajador de la República Árabe de Egipto, Hesham Abdelwahab, y su esposa, Nashwa Kamel, recibieron a decenas de personalidades de diversos ámbitos del quehacer nacional y miembros de la comunidad egipcia en una recepción, ofrecida en su elegante residencia de La Florida.
Al recordar esta memorable fecha, el embajador Abdelwahad dijo que durante este proceso histórico, Egipto fue un vivo testigo en las décadas de los cincuenta y los sesenta de un renacimiento integral y que desempeñó un importante papel en el liderazgo de los países del tercer mundo para hacer efectiva su independencia.
Respecto a las relaciones diplimáticas con Bolivia, el anfitrión destacó que ambas naciones tienen posiciones compartidas sobre la importancia de contar con un sistema político internacional más justo y más equilibrado que considere la peculiaridad de cada pueblo y sus características culturales y humanitarias.
El embajador aprovechó la ocasión para felicitar al Gobierno de Bolivia por el éxito obtenido en la cumbre del Grupo de los 77 más China. Respecto al intercambio cultural, dijo que la Embajada está trabajando en la activación de acuerdos bilaterales firmados entre ambos gobiernos con el fin de traer un número de grupos artísticos de Egipto que presenten shows en diferentes ciudades de Bolivia.
Para evidenciar este hecho, el anfitrión presentó a la escuela de música y danza Andalucía, con un mosaico de danzas típicas egipcias. En el variado menú, los asistentes degustaron exquisitos bocaditos de habas secas, perejil y cilandro, empanadas de queso con espinaca, bolitas de carne molida con perejil y cebollín, otras con trigolín, hojas de parra rellenas de arroz, carne y verduras, minibrochetas con miel y sésamo, muslitos de pollo con salsa de ostión y una variedad de postres típicos.