Se dice que la vida es para disfrutarla, pero hay mujeres que se enamoran de perdedores y se arriesgan a ser desdichadas por decisión propia, perdiendo la oportunidad de ser felices, porque creen que el amor de su vida cambiará.
Intentar cuidar a alguien para salvarlo de sí mismo, es una tarea muy tentadora porque toda mujer es una madre en potencia, dispuesta a realizar sacrificios cuando tiene la oportunidad, de encontrarse con un ser aparentemente indefenso, pero un hombre adulto, sano, que puede parecer indefenso, puede llegar a causar mucho daño.