Buenos Aires.-Conmocionados pero felices, Estela de Carlotto y su nieto recién recuperado se abrazaron ayer por primera vez en público, escenificando el fin de una lucha de 36 años contra los crímenes de la última dictadura (1976-1983), que ha emocionado a la sociedad Argentina.
“Me parece maravilloso y mágico todo esto que está pasando”, dijo Guido Montoya Carlotto, sentado junto a su abuela materna, en su primera comparecencia pública después que el martes se anunciara la restitución de su identidad.
“Soy Ignacio, o Guido”, se presentó el nieto número 114 recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo, la asociación que preside Estela de Carlotto.
El encuentro de Estela y Guido es el final feliz de una lucha de 36 años que ha emocionado a la sociedad argentina y al mundo: la pelea contra el olvido y los crímenes de un régimen que dejó unos 30.000 desaparecidos, según los cálculos de las organizaciones de derechos humanos.