60% de denuncias de violencia sexual contra niños se presenta en área rural

Desde el 2007 hasta la fecha el Centro Especializado de Prevención y Atención Terapéutica (Cepat) de la ciudad de La Paz atendió 716 casos de violencia sexual en contra de niños, niñas y adolescentes, de los cuales el 60% provienen del área rural. El centro evidenció que del total el 67% se trata de casos en los que el agresor es miembro de la misma familia. De acuerdo a la institución estas cifras son parte de los 14 mil casos que se presentan anualmente en Bolivia, los mismos que se encuentran en proceso de rehabilitación.

“De los 716 casos atendidos en el Cepat, cerca del 60% corresponden al área rural. Lo preocupante es que esta población no termina su rehabilitación ni los procesos legales, debido a las distancias, la falta de recursos económicos y, en muchos casos, la falta de interés sobre el tema”, manifestó la directora del Servicio Departamental de Gestión Social de La Paz (Sedeges), Agustina Quispe.

De la totalidad de los casos atendidos en dicho centro, el 67% se trata de abusos sexuales que son perpetrados por los familiares cercanos a las víctimas, que en su mayoría son niñas y adolescentes de entre cinco y 13 años de edad.

“Lamentablemente estos son sólo datos de los casos que llegaron hasta el Cepat, de los cuales 716 reportes son de violaciones, los mismos que fueron derivados a nuestras instancias, por las defensorías. Esta cifra es muy pequeña considerando que por año a nivel nacional, se registran alrededor de 14 mil vejaciones, lo que nos muestra una falta de datos de denuncias y de preocupación de la autoridades, ya que habrían muchos más casos de los registrados en las defensorías”, señaló Quispe.

FALTA DE DEFENSORÍAS

Para la trabajadora social Alejandra Vera, la carencia de datos exactos en el departamento de La Paz, sobre todo a nivel rural, se debe a la falta de defensorías sobre todo en los municipios rurales del país, para hacer la denuncia correspondiente, y al encubrimiento de los tutores y autoridades, quienes debido al temor y al estigma social, sobre todo cuando el agresor es miembro cercano de la familia o la comunidad, no denuncian las vejaciones, las que pasan desapercibidas.

“En más de la mitad de los casos son los mismos padres, hermanos, tíos, abuelos y primos los que realizan la vejación y que cuentan con el encubrimiento de los padres, los pobladores y las mismas autoridades que arreglan el problema concertando un matrimonio o arreglando una compensación económica en el caso de que no exista embarazo”, señaló Vera.

En este sentido el hecho que en más del 20% de los municipios rurales no cuenten con defensorías que recaben las denuncias, agrava la situación de las víctimas, quienes no cuentan con un ente que les brinde protección, situación que también influye en el levantamiento de datos para realizar políticas de prevención.

BRIGADAS MOVILES

Ante esta problemática desde el Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) La Paz, se anunció la implementación de equipos móviles que lleguen a diferentes poblaciones alejadas de los 87 municipios paceños, en los que el abuso sexual se ha convertido en una agresión a la que no se le da mayor importancia.

“Es nuestra meta llegar a los municipios rurales, hemos visto con preocupación que en muchos de éstos los abusos sexuales son de lo más normal, incluso se llega a culpar a la víctima, poniendo en duda su versión de los hechos”, señaló Quispe.

DATOS

- Según datos del Defensor del Pueblo, en Bolivia el tres de cada 10 niñas sufre agresiones sexuales antes de cumplir 18 años, mientras que en los niños la cifra reduce a dos de cada 10, de los cuales el 70%, cifra similar a la de La Paz, es víctima de algún miembro del entorno familiar.

- El Sedeges La Paz, señaló que por día, en el país, 16 niñas, niños y adolescentes son víctimas de abusos sexuales, mismas que para realizar una enuncia deben repetir y revivir su historia hasta 19 veces ante diferentes personas e instancias.

- De cada 10 mil víctimas sólo dos llegan a recibir atención terapéutica especializada que los ayude a retomar una vida normal.

- Estas cifras son una muestra de la descomposición social, la ausencia de mecanismos de protección, tolerancia y falta de sensibilidad de las autoridades, y la sociedad en su conjunto.