Illimani Santo, nuevo libro de Tony Suárez

El reconocido fotógrafo boliviano, Tony Suárez, presentará una edición limitada de su nueva obra. Se trata de la publicación de 500 copias de “Illimani Santo”, una edición limitada de lujo, con enumeraciones arábigas de 1 al 500 con firma de autor, acto que se llevará a cabo el miércoles 13 de agosto en el Hotel Casa Grande (Av. Ballivián, Esq. calle 17 Nro. 1000, Calacoto), desde las 19.30 horas.

“Illimani Santo” es el resultado de la admiración del fotógrafo hacia el guardián de La Paz. Producto de este sentimiento, Tony Suárez ha sacado decenas de fotos de la imponente montaña a lo largo de muchos años, aunque en los últimos cuatro y pensando en la edición del libro, produjo una cantidad importante de tomas.

Cada imagen de la obra expone detalles de la imponente montaña. Para apreciarlo en su verdadera dimensión, se optó por un gran formato en diseño e impresión. “Este Illimani es tan majestuoso, que no podía impreso en un formato menor. El Illimani –afirma Tony– es La Paz y este libro es la convivencia que todos tenemos con el Illimani, todos los días me despierto a ver cómo se despierta el Illimani Santo”.

La publicación, editada a todo color, está ilustrada con poemas del conocido literato, Juan Carlos Orihuela. Uno de ellos dice: “En tus crepúsculos de roca vespertina / he visto la sequedad de tus orillas. Se extingue el día como una grieta de hielo / y las aves doradas del destino se agitan nuevamente en la palidez de la tarde”.

“Mi pasión y asombro por el Illimani Santo comenzó cuando venía de vacaciones de Nueva York, ciudad en la que viví por muchos. Recuerdo que al salir de un edificio en el barrio de Sopocachi me encontré con esa gran bola de luz rodando por sus faldas. Qué bella sorpresa. Era la primera vez que recuerdo haber visto este fenómeno y sentir mi corazón galopar y galopar”, señaló el conocido fotógrafo que, en algún momento de la vida, buscó abrazar los oficios de arquitecto o ingeniero.

“Los montañistas te quieren conquistar, tú me tienes conquistado, tu presencia siempre me está llamando la atención. Te fotografío porque estás ahí, como hago con mis hijos, Eduardo, Valentina y Laura para que siempre pueda ver los cambios y tenerlos conmigo”, son las palabras dedicadas por Tony al guardián natural.

“La exquisita serie de fotografías que ofrece Tony Suárez en este magnífico libro me hace ver –entre varias otras cosas– facetas del majestuoso bicho: Este excepcional fotógrafo ha logrado, mediante la notable diversidad de aproximaciones  o lecturas del sujeto, hacerme caer en cuenta que este bicho cubierto de blanco tiene estados de ánimo, tiene sus momentos de sosiego, otros de notable agresividad, algunos dulcetes y romanticones, otros misteriosos, lúgubres, tétricos… Comienzo a comprender al Illimani de otro modo”, afirma el artista, Roberto Valcárcel, en una parte de la presentación de la obra.

UNA VIDA DEDICADA A LA FOTOGRAFÍA

Antonio Suárez nació en Cochabamba pero vivió 30 años en Estados Unidos. Estudió fotografía en el School of Visual Arts de New York y trabajó en Time Inc. A lo largo de 22 años. Registró los incidentes de cinco Copas Mundiales de Fútbol, cinco Olimpiadas de verano e invierno, nueve lanzamientos de trasbordadores espaciales y numerosos eventos a nivel mundial. Como fotógrafo, recorrió todo el mundo.

En Bolivia su actividad fue igualmente activa en los últimos 15 años. Fotógrafo de varias gestiones presidenciales y una larga cadena de instituciones públicas y privadas. Docente, corresponsal gráfico en Bolivia de The New York Times y Time Magazine, además de fotógrafo de importantes periódicos nacionales. Su obra forma parte de los libros: La Paz construyendo nuestra historia, El salto al futuro, Los cimientos de La Paz, Los cimientos de Tarija, Los cimientos de Santa Cruz, Los cimientos de Chuquisaca, La Paz 450 años 1548-1998, Ciudad de La Paz: Luz, Magia y Tradición y el carnaval de Oruro entre ángeles y diablos,  realizado junto a Jaime Cisneros.

Su carrera profesional, matizada con acontecimientos de impacto internacional, abrió un espacio a la docencia, a programar exposiciones y ser parte de concursos de fotografía en los que ocupó los primeros lugares. Tony abarcó absolutamente todas las áreas posibles donde la lente de su cámara podía escudriñar y hacer perenne un momento en la naturaleza, la política, el arte, los deportes y en fin, en todo quehacer donde la mano del hombre y la maravilla de la naturaleza están presentes.