Luego de los grandes avances que lograron las fuerzas del Gobierno, los rebeldes propusieron dejar de combatir para evitar un desastre humanitario en Donetsk. “Los alimentos casi se han agotado”, argumentan.
A través de un comunicado, Alexander Zakharchenko, primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, advirtió que Donetsk, el principal centro industrial que es también el centro de la resistencia rebelde, enfrenta falta de alimentos, agua y electricidad, pero dijo que los rebeldes están listos para defender a la ciudad de cerca de un millón de personas.
Rusia, que según el Gobierno central ucraniano de Kiev y naciones occidentales apoya a los rebeldes, ha exhortado reiteradamente a enviar una misión humanitaria al este de Ucrania. Pero Kiev y Occidente creen que podría ser sólo un pretexto para enviar soldados rusos a la región, y dicen que los rusos han estacionado unos 20.000 efectivos tras la frontera.