“Chonchocorito”, sección de rehabilitación

La disciplina, dureza en el trato y la rehabilitación, es la característica que se impone a las personas que llegan en calidad de detenidos preventivos o de depósito (como se los llaman a quienes deben asistencia familiar) a la sección de Chonchocorito, en la cárcel de San Pedro de La Paz. Así lo hizo conocer a EL DIARIO la directora departamental del Régimen Penitenciario, Jackeline Murguía.

“Esta sección es de carácter cerrado y por esa característica, además de la presencia de policías la disciplina es mayor y más rigurosa para los internos a pesar del poco espacio que existe en el lugar”, dijo.

Según la autoridad, las personas que llegan ahí tienen la posibilidad de rehabilitarse y dedicarse a algún oficio que les permita, una vez que salgan, poder conseguir los recursos para mantener a sus familias.

En Chonchocorito, hay como 140 internos, un 80 por ciento son detenidos preventivos, pocos tienen condena ejecutoriada y el resto son personas que llegan ahí en calidad de depósito, estas personas en su mayoría son quienes deben la asistencia familiar a sus hijos. El programa es del taller “Fenix”, según Murguía.

Existen al menos una veintena de celdas personales, dos salones y los que no tienen celdas deben buscar la mejor manera de acomodarse sobre unos colchones de paja que son prestados por los delegados de sección, que pasado un mes le cobran al nuevo el monto de 30 bolivianos por esa payasa.

A penas uno cruza la puerta de esta puede percibir en las miradas con tinte de interrogante; hasta que uno de ellos se aproxima y consulta del porqué de la presencia en esa sección. Muchas pueden ser las respuestas, pero todas encaminadas a cuestionar la justicia que la mayoría de los casos no ha sido bien aplicada.

Todos están sometidos a las mismas reglas, nadie puede burlarlas, el que las vulnera se debe enfrentar al “bam bam”, un palo de béisbol, que es manipulado por uno de los encargados de mantener y controlar el orden. Hay un horario de ingreso a las duchas (06.00-09.00 por las mañanas y 19.00-21.00 por las noches).

Nadie puede fumar el rato que les parezca. Hay un horario y ese es de 18.00 horas para adelante hasta dormir.

TALLERES

Quienes llegan ahí pertenecen a otras secciones de la población del penal de San Pedro. Una mayoría enviciados con las drogas y el alcohol. Pero cuando llegan a Chonchocorito, tienen las opciones de escoger una especialidad, sea de carpintería, cocina, pastelería, zapatería, idiomas, porcelana fría, entre otros que son ofertados durante todo el año.

Esta formación permite a que los internos en esa sección tengan el tiempo ocupado y de esa manera alejarse del vicio de las drogas o el alcohol. Algunos de los jóvenes que llegaron a Chonchocorito contaban su experiencia a EL DIARIO indicando que cuando llegaron a esta sección “eran piel y hueso”, producto del excesivo consumo de pasta base de cocaína.

Comor esultado del taller son los cuadros hábilmente pintados o los barcos (de distintos tamaños) que son construidos con dedicación por todos quienes son parte del curso de carpintería y luego son puestos a la venta.