Importación de cebolla, un caso alarmante

Como manifestación objetiva de la grave crisis por la que atraviesa la agricultura nacional, el Gobierno está importando uno de los alimentos de más fácil y rápida producción, cual es la cebolla, artículo muy consumido entre la población boliviana por sus virtudes alimenticias y curativas.

La ministra de Desarrollo Productivo informó que dicho artículo está escaseando en los mercados del país, lo cual determinó alza de su precio para los consumidores. Agregó que ese hecho determinó que se haga importaciones de cebolla, aunque no indicó en qué proporciones, es decir una forma de minimizar la crisis alimentaria que enfrenta el país. No dejó de hacer referencia la ministra a la escasez y alza del precio de la carne, cuya importación fue anunciada por funcionarios de gobierno de tal forma de aliviar las protestas entre los consumidores.

La notable de la información de la ministra es que dicha importación de cebolla fue aprobada por el gabinete ministerial del presidente Evo Morales, hecho que revela que la preocupación sobre la cebolla llegó a los más altos niveles del Estado y se convirtió en motivo de debates que concluyeron aprobando la importación del producto. Esa autoridad agregó que el gabinete ministerial considera cada dos semanas el tema de la inflación y que, según los datos del registro de Índice de Precios (IPC) la cebolla tiene el mayor índice inflacionario, por lo cual se tomó la medida de importar ese necesario alimento popular.

En junio de acuerdo al IPC, el precio de la cebolla presentó incidencia positiva de 0,29 por ciento y variación de 27,86 por ciento respecto a mayo, ascenso que revela que la agricultura nacional registra mayores tendencias a precipitarse a niveles poco optimistas. En cuanto a la producción de cebolla, se conoce que el año 2013, la producción de cebolla alcanzó las 81 mil toneladas en 10 mil hectáreas cultivadas, que rinden el promedio anual de 8,6m toneladas por hectárea.

La referencia sobre la caída de la producción de cebolla permite deducir que otros renglones de la producción agrícola también se encuentran en descenso y que a corto plazo también tendremos que aumentar la importación de otros alimentos, como ocurre en países “revolucionarios”, donde casi todos los alimentos de consumo básico deben ser importados, como el caso de Venezuela que importa tres mil millones de dólares o Cuba que compra del exterior 4 cuatro mil millones de dólares en alimentos.

En esa materia agraria se puede decir que el “talón de Aquiles” de las “revoluciones” contemporáneas es la agricultura y que al no resolverse la cuestión agraria, no sólo produce el hambre de las poblaciones, sino el fracaso de esas revoluciones, tal el caso de la Revolución rusa y la frustración de la boliviana.

Finalmente, se puede indicar que es sabido que el Gobierno está preocupado por la cuestión agraria y dictó numerosas medidas al respecto, pero ninguna de ellas tiene resultado, al extremo que ahora se tiene que importar cebolla. Así mismo, ninguna de esas medidas tendrá el menor efecto positivo mientras no se considere la solución del gravísimo problema de la tierra que sufre el país.