Pobladores de La Asunta realizan cobros irregulares

Comunarios de Arcopongo denunciaron que los pobladores de una de las poblaciones de La Asunta por la que se tiene ingreso a la región realizan cobros irregulares para transitar por el sector, impidiendo incluso que se haga la construcción de una carretera que los conecte con el resto del departamento.

“En San Pedro de Quinuni, existe una especie de tranca por donde no se puede pasar, para transitar por esa ruta debemos pagar hasta Bs 80, dinero que nos piden con el argumento de que es una infraestructura hecha con los recursos propios del municipio La Asunta. En el lugar se han parado hasta las maquinarias, lo que detuvo la construcción de una carretera que nos comunique con el resto del departamento”, manifestó asambleísta Genaro Alejo Alejo.

Esta sería una forma de chantajear a los pobladores de esta región con el fin de conseguir que se les de paso para la explotación de oro sin necesidad de contar con algún permiso legal de las autoridades correspondientes.

“Se ha pedido e iniciado la apertura de un camino que nos conecte con Sud Yungas, sin embargo, en esta región nos han puesto trabas para darnos vía libre a las maquinarias y combustible para la construcción de un camino. Ya uno de los alcaldes de Sud Yungas, ha manifestado que para darnos paso debemos darle una concesión minera en nuestro río, acto que es imposible porque nosotros no podemos autorizar eso, las permisos son competencia del Ministerio de Minería y del Estado, lo que buscan es simplemente satisfacer su ambición”, señaló en un contacto con EL DIARIO el ejecutivo de la población de la comunidad Chaqueti Plaza, Gumersindo Calle.

Sobre el mismo antecedente, el asambleísta señala que la intención de controlar estos caminos es el de explotar libremente el oro del río Chaqueti y poder controlar el ingreso de las personas que entran y salen para garantizar el monopolio de la riqueza minera.

En esta situación, para las comunidades de la región que no están implicadas en la explotación del oro las posibilidades de mantener a sus familias es muy limitada, ya que la falta de carreteras impide un desarrollo óptimo de la agricultura en la zona, a lo que se suma que los caminos cortos están siendo controlados por estas especies de “trancas”.