Desde hace tiempo se habla de la universalidad del sistema de salud y según publicaciones, en su aplicación ingresarán los seguros, entes que están financiados con aportes de todos los sectores de trabajadores. Seguramente desearán que el Gobierno esté viendo la facilidad de utilizar las infraestructuras hospitalarias de los seguros, cuando lo correcto es que el Estado construya nuevos hospitales con sus recursos y no quiera apropiarse y generalizar la atención a quienes no aportan.
Es necesario reiterar que el Gobierno no debería hacer regalos, sean económicos, físicos u otros, dilapidando recursos de los bolivianos; como ejemplo de ello tenemos la entrega a la Central Obrera Boliviana de un hotel y vehículos; asimismo, se ofrece recursos económicos para una sede folclórica, y se dio regalos a los invitados al G77. ¿Era necesario dispendio tan enorme?, cuando el país necesita hospitales, fuentes de trabajo y no confundir a la población indicando que se ha conseguido ampliar el Estado con nuevos funcionarios, con 480.000 personas trabajando, por lo que el gasto corriente es inmensurable.
Por eso debemos decir que las mentiras son increíbles, lo que se hizo es agrandar el Estado y llenar de masistas las oficinas de la administración pública. El crecimiento del Estado es la gran incógnita. Ahora nos preguntamos: ¿por qué los profesionales no pueden conseguir una plaza para ejercer su profesión? ¿Deben forzosamente ser del partido oficialista? Al conocer esos datos debemos pensar que Bolivia es una fábrica de profesionales que son desocupados, y ocurre que países vecinos importan muchos de éstos y no desaprovechan la calidad y la disciplina en el trabajo de los compatriotas. En nuestras empresas no obtienen trabajo porque están saturadas y cada día se reducen por las medidas irracionales gubernamentales, por lo que emigran.
El tema de la universalidad de servicios de salud recae en los profesionales del sector, pues muchos de ellos reciben salarios mínimos por contratos onerosos; casi nadie tiene nombramiento, a pesar de que corresponde según normas existentes. Las entidades de salud están llenas de supernumerarios administrativos que sobrepasan en número a los del sector de la salud y con salarios mayores. Esto sucede en los seguros, donde la responsabilidad recae en los profesionales médicos, como odontólogos, enfermeras, auxiliares de enfermería y otros de apoyo al trabajo en hospitales y policlínicas. Es necesario indicar que hay contratos que tienen diez años, casos inconcebibles de explotación.
A veces es bueno decir las cosas como son, antes que se cometa errores, que indudablemente son involuntarios o por falta de insumos, y corregirlos es difícil y bastante serio, salvo que el error lo hubiere cometido un miembro del partido de gobierno. No son mala práctica, los mismos son fácilmente solucionados. El caso que ahora traigo en cierta manera es preocupante y corresponde a las entidades del seguro de salud, y a los hospitales públicos, donde hay muchos problemas que en varios casos derivan en acusaciones de MALA PRAXIS MÉDICA, ocasionando juicios y otros. Los familiares con razón o no, sin enterarse de por qué suceden los hechos exigen juicios rápidos, tengan o no culpa, sin apreciar los esfuerzos de los galenos.
El caso de los seguros es por falta de organización administrativa, que forzosamente recae en la cuestión económica y, de paso, por las imposiciones en algunas entidades, donde quedó el resabio de que son botines políticos. Sin embargo hay entidades ejemplares, que son el orgullo de los asegurados.
En la mayoría de los casos, especialmente en los hospitales públicos, carecen de equipos, insumos y trabajan pidiendo a la familia del interno fármacos para tratar de salvarlo. Nuevamente reitero que los gastos millonarios del Estado en campañas políticas, compra de aviones, helicópteros y otros, ¿son prioridades? ¿Estos recursos no servirían para salvar muchas vidas? Los equipos para las FFAA son necesarios, pero se los puede adquirir paulatinamente, no descuidando la salud del pueblo. Como ejemplo podemos decir que tomografías, ecografías o estudios serios en el Hospital Obrero se programa a los pacientes para dentro de tres o más meses. ¿En ese tiempo el paciente no puede fallecer? Además se ve en varias entidades pacientes en camillas en los pasillos, esperando para conseguir una cama.
Creo que se debe enjuiciar a las autoridades responsables por no equipar a nosocomios con insumos y otros recursos necesarios, modernizando los mismos. Por la falta de éstos, familiares recurren a la mala praxis, indudablemente pueden haber casos, pero los responsables no sólo son los médicos, aunque se quiere aprobar una ley sin su participación. Pero es lógico que intervengan los colegios de profesionales, ya que pidieron participar en la redacción de la ley. La universalidad de la salud no solucionará los problemas, sólo los agrandará.
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