El Gobierno mexicano impulsará una vigorosa política de bienestar de las familias más vulnerables y, en ese marco, con la reforma energética que utilizará la renta petrolera garantizará la disminución de los precios de la energía, el gas y alimentos, así como la creación de empleos bien remunerados.
Según la encargada de Política de la Embajada de México en La Paz, Nuria Zúñiga, el Gobierno de su país apuntalará el desarrollo social con recursos de la renta petrolera, de manera que permita concentrar el gasto gubernamental en proyectos productivos y de desarrollo tecnológico.
El mandatario mexicano creará un fondo que será financiado con los ingresos de los hidrocarburos, el mismo que mediante un fideicomiso atenderá las necesidades insatisfechas de amplios sectores de la población, pero en ningún caso otorgará bonos sociales como ocurre con Bolivia.
Asimismo, México espera que la reforma energética reduzca la carga fiscal de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) en unos 90.000 millones de pesos (6.854 millones de dólares) en cinco años, lo que contribuirá a que aumente su producción en 40 % para 2025.