Innegablemente, fue un gran acierto de la actual administración municipal de La Paz la puesta en circulación de los buses “PumaKatari”. Se trata de un excelente servicio que, de ser ampliado con la incorporación de varias unidades más y fijación de diferentes rutas, cubriría un espacio de mucha necesidad que colectivos, minibuses, taxis y trufis de ruta fija no pueden cumplir.
Fue gran acierto contratar vehículos de alto tonelaje y con gran capacidad para pasajeros y fijar tarifas acordes a la economía del pueblo. El entrenamiento recibido por los conductores parece, hasta ahora, óptimo y poco se puede decir sobre condiciones y medios de mantenimiento que, también hasta ahora, parecen ser muy buenos. Lo importante, en todo caso, es que las unidades sean debidamente conservadas, que siga la atención educada y cordial de conductores y personal que atiende en el interior de los vehículos y que las condiciones de limpieza no declinen.
El servicio cubre grandes necesidades de la población; sin embargo, valdrá la pena corregir algunos detalles: las paradas son después de largos recorridos y son pocas, dando lugar a que el usuario tenga que recorrer largas distancias para subir a estos vehículos. Otro detalle, por lo menos en la zona sur, casi recorren juntos dos unidades y no hay el lapso que debería haber entre uno y otro. Es preciso un ajuste de carrocerías que por el uso sean debilitadas. Son detalles que ayudarían a mejorar este servicio que ha resultado importante para el público.
Hace poco, se anunció la contratación de nuevas unidades y esto ha creado esperanzas y expectativas en la población porque, de concretarse el plan, implicaría que muchas zonas recibirían atención similar o mejor a la que cumplen los buses “PumaKatari”. Es de esperar, por otra parte, que el servicio de mantenimiento sea lo más meticuloso y responsable; de otro modo, a muy corto tiempo se presentarán problemas que obliguen a retirar unidades, como ocurrió con EMTA que cumplió muy poco tiempo la atención de diversas rutas.
En tanto el municipio se preocupe por la buena conservación de los buses “PumaKatari”, se cumplan los horarios establecidos y no disminuya la calidad de la atención, añadidos al buen manejo por parte de los conductores, se podrá pensar en que, conjuntamente el servicio privado de sindicatos organizados del autotransporte -una vez que reemplacen los minibuses que tantos perjuicios ocasionan y sean sustituidos por unidades limpias, cómodas y amplias, capaces de transportar por lo menos treinta personas- la ciudad de La Paz, extensible a la ciudad de El Alto, habrá cumplido uno de los grandes anhelos de la población: contar con un excelente servicio de buses para el transporte de pasajeros. Finalmente, es de esperar que no haya interferencias político-partidistas ni sindicales en la administración de tan importante labor.
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