Palabras sin credibilidad

La decisión chilena de restablecer el diálogo con Bolivia, a fin de tratar asuntos bilaterales, excluyendo de la agenda el tema marítimo, debido que éste se encuentra en jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, fue reiterada a nombre del gobierno que preside la señora Michelle Bachelet, por el canciller trasandino Heraldo Muñoz, en entrevista sostenida, en Santiago, a principios de este mes, con una autoridad nacional.

La inquietud chilena quizá obedece a la instructiva de la señora Bachelet, hace más de 90 días, en sentido de que “con Bolivia hay que tener una relación inteligente” (El DIARIO, 26 de abril de 2014).

“En tanto esté la demanda radicada en La Haya, nosotros dejaremos el tema de la aspiración marítima en La Haya. Quisiéramos de cualquier manera avanzar en el resto de la agenda de 13 puntos. El diálogo está disponible y es eso lo que queremos con Bolivia”, bosquejó, en este contexto, el diálogo boliviano – chileno, el señor Muñoz (13 de marzo de 2014).

Recordemos que este dignatario de Estado, en anterior oportunidad, dijo que “está cerrada para siempre (la salida al mar para Bolivia). Ese ha sido el planteamiento de Chile” (EL DIARIO, 26 de abril de 2014).

En consecuencia Chile con sutileza ha asumido nuevamente una actitud distraccionista para confundir a la opinión pública internacional, que está del lado de Bolivia, ahora más que nunca, por su histórica demanda marítima. El hecho de haber recurrido a instancias del tribunal de la ONU, le ha permitido ofrecer la información necesaria al mundo. Nadie, hoy, es indiferente al clamor boliviano que exige una solución de “buena fe” a Chile, para el tema marítimo. Un diferendo que enemista a dos países que comparten una frontera común, al extremo de que Chile tuvo que minar su espacio territorial colindante con Bolivia. Minas anti-personales fueron sembradas durante la década del 70 del siglo pasado, y no fueron debidamente desarticuladas, según denunció el mandatario boliviano, el pasado año (EL DIARIO, 25 de marzo 2013).

Con la señal del diálogo Chile intenta, asimismo, crear falsas expectativas dentro de Bolivia. Es una supuesta postura amistosa que no condice con la sinceridad ni la honestidad política, elementos que promueven el acercamiento y la solidaridad de los pueblos, por el bien común. Por todo lo anotado Chile ha perdido credibilidad ante la población nacional. Bolivia ha caminado de frustración tras frustración por su afán de retornar al Pacífico a raíz de la política internacional dilatoria, distraccionista y de soberbia chilena. No sólo en tiempos recientes sino siempre. Es decir desde mucho antes de la reprochable invasión gestada por el poder económico anglo – chileno en 1879.

En suma: el pueblo boliviano, que conoce de cerca las veleidades de quienes conducen la política internacional de Chile, no da crédito a las palabras del señor Heraldo Muñoz.