La judicatura sobre sus propias bases

Fuerte afortunadamente, la soberanía de la nación expresada mediante la opinión pública, no ha cambiado en cuanto a la marcha independiente de los órganos del Estado. Entonces, no se podría hacer “una revolución dentro de la justicia boliviana” (1). Por otra parte, el comisionado de la Unión Europea sabe que la cuestión judicial es una simple técnica de organización del trabajo que se tiene; entonces, él tendría que empujar la cuestión en el buen sentido de organización.

LA SENTENCIA FIRME QUE CORRESPONDE

En ésta técnica de organización -que es el necesario perfeccionamiento de lo que se tiene- cuenta más la voluntad de hacer bien las cosas. Consiguientemente y como piensan nuestras autoridades y nuestros políticos, no hace falta una reforma constitucional para mejorar la justicia, menos debatir la elección de magistrados (pues ya se “metió la pata”). Tampoco un diagnóstico para hacer proyectos que serán financiados por la cooperación internacional. ¡No, señores! Lo fundamental está en que si hace todo el Ejecutivo, se trata de una política contraria a los deseos del soberano, expresada en el Art.12 de la Constitución.

En consecuencia, los gobernantes verán su existencia fuertemente comprometida. Será el momento en que la soberanía ha cambiado de campo. Que ella -la soberanía- no está allá donde oficialmente debe estar. Contrariamente, se proclamará que la soberanía se sitúa dentro la fuerza política preponderante que sostiene a los gobernantes.

A BOLIVIA LE INTERESA

Que los mandatarios del sistema político no hagan todo. Menos transformaciones basadas en simples patriotismos de universidad. Los gobernantes reciben competencias determinadas para manejar los negocios públicos, tomando decisiones para tal o cual sector de actividad en la que se encuentra comprometida la vida nacional, bajo la exclusiva reserva de respetar el Estatuto que le señala la Constitución.

A Bolivia le interesa la presencia de una judicatura eficiente y moderna. En este sentido, acabar con el trabajo individualizado de un juez con su secretario y sus colaboradores. También le interesa magistrados de verdad, formados a lo largo de 30 años de trabajo, sobre una misma especialidad y lo que es mejor, con el acierto en los fallos que dictan.

A estas dos exigencias mínimas y fáciles de hacer bien las cosas, van las proposiciones concretas desarrolladas por Tribuna Judicial: Vocero Oficial de la Federación Latinoamericana de Magistrados. Con el Sistema Procesal Común y el Estatuto de la Magistratura que precisan ser adoptados, con el arsenal de medios del que se dispone, donde resulta suficiente la iniciativa de un presidente de tribunal. Cuando se sabe que la problemática contemporánea del desarrollo es el necesario perfeccionamiento de las formas de organización político - social, se dice bien que no sirve traer jueces de provincia, menos proyectos que deben ser elaborados para la asistencia internacional, pedir renuncias a los 100 vocales existentes; o someter a juicios inventados a los “magistrados” en zozobra.

1.- La Razón: Presidente urge avanzar hacia una nueva justicia y revela que hay propuestas y decretos para ello. La Paz, 11 de agosto de 2014. Pág. 1.