La contaminación del lago Titicaca alarma a pobladores de nuestro país, especialmente a las organizaciones ambientalistas que observan que después de una década de haber detectado la problemática, se hizo poco o casi nada por mitigar el impacto negativo.
Está comprobado que las aguas residuales de El Alto y otras poblaciones se vierten en las aguas de la mítica porción de agua y como efecto de los residuos sólidos, desechos de la explotación minera entre otros , las especies nativas de peces van desapareciendo.
Los lugares más afectados son Copacabana, de la bahía de Cohana y Tiquina con mayor intensidad.
Muchas de estas poblaciones no tienen un sistema de alcantarillado o plantas de tratamiento de aguas residuales además de una adecuada educación ambiental de parte de las autoridades locales y regionales hacia la población.
Responsables del cuidado del lago, como el Gobierno Departamental de La Paz, hace poco informaron que se elaboran proyectos para solucionar esta crisis ambiental, como el Estudio Integral Técnico, Económico, Social y Ambiental (TESA); sin embargo, éste sólo involucra a Pucarani.