La donación de órganos en donante cadavérico puede salvar la vida de más de una persona que se encuentra en situación crítica ante el padecimiento o ausencia de uno de sus órganos. En Bolivia, esta figura es limitada y requiere de un impulso de las autoridades ante los altos índices de insuficiencia renal que existen en el país.
En entrevista con EL DIARIO, el jefe de la Unidad de Trasplantes del Hospital Obrero, doctor Luis Ibáñez Bravo, accedió a informar cuál es la relación actual de la donación de donante cadavérico.
El profesional sostuvo que a pesar de que en nuestro país existen un número significativo de donantes potenciales, el porcentaje de donantes reales es muy limitado, más aún cuando este es cadavérico.
Probablemente la falta de conocimiento en el personal de salud respecto al concepto de donante potencial parece ser la mayor causa de fracaso en la identificación de donantes. A ello, se suma la posición de la familia que por diferentes tabúes que existen en la sociedad muy pocas veces acceden a conceder el permiso para que el familiar pueda ser donante.
¿QUÉ ES UN DONANTE
CADAVÉRICO?
El paciente se convierte en donante cadavérico, cuando este sufrió una muerte encefálica, es decir que se constituye en el cese completo e irreversible de la actividad cerebral o encefálica. La aparente ausencia de función cerebral no es suficiente, se requieren pruebas de esta irreversibilidad, por ello al ser diagnosticados por los profesionales médicos se deben cumplir los criterios clínicos para certificar el estado de la muerte.
Sin embargo, y en la actualidad, existen problemas de índole administrativo y legal que hacen muy compleja la donación de órganos en donante cadavérico, según el profesional.
“En la actualidad vemos que la provisión de insumos, tecnología y otros para la realización del trasplante renal, está sufriendo algunas limitaciones que ponen en riesgo la salud de aquellos que sufren de insuficiencia renal y que esperan por mucho tiempo un trasplante para volver a tener una vida normal, por eso considero muy importante trabajar de manera mancomunada entre especialistas y autoridades”, dijo Ibáñez.
ANTECEDENTES
El cirujano explicó que desde 1996 en nuestro país la Ley 1716 de Donación y Trasplante de Órganos, Células y Tejidos que contempla la donación cadavérica, insta a fomentar una donación de este tipo.
Por otro lado, la creación del Programa de Salud Renal, dependiente del Ministerio de Salud y Deportes, impulsan realizar con mayor fuerza los trasplantes de cadáver basado en una norma nacional que otorgue una seguridad social óptima en salud para todos los pacientes de trasplante renal.
Para el experto el trasplante renal de donación cadavérica es un desafío actual, sin embargo, las normas legales deben ser perfeccionadas tomando en cuenta las características propias del medio, articulando esfuerzos de todos los actores para lograr tener una provisión de insumos óptima que están acompañados de tecnología
El entendido de que “la enfermedad renal crónica ha sido declarada por el parlamento nacional boliviano como enfermedad catastrófica, constituyendo pues el trasplante renal la mejor alternativa terapéutica”.
TESTIMONIO
Por su parte y respecto al tema, el director del Instituto Nacional del Tórax, Joel Moya, indicó que ante la necesidad de órganos que existe en el sistema de salud, frente a los altos índices de patologías que requieren de un trasplante para salvar vidas.
Las autoridades de Gobierno y del área en salud deberían concentrarse en impulsar campañas que puedan lograr instaurar en la sociedad la donación de órganos ya sea en vida o por muerte encefálica.
“ Yo sería el primer donante, es necesario dar el ejemplo en una sociedad como esta, debido a que existe mucha gente que necesita de un órgano, muchos ven este acto como mercantilizado, pero no es así, el vender un órgano implica muchas cosas, el donar un órgano debe ser de sentimiento de cariño, de amor al prójimo”, dijo.
En la medicina actual, los riñones y las córneas son los trasplantes más frecuentes, por ello es necesario devolver una vida con la donación de un riño o devolver la vista con una córnea. “Es necesario impulsar de forma sana respetando la dignidad de cada quien para la donación de órganos”, concluyó.
Por: Celeste
Valdez Larenas
Periodista “EL DIARIO”
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