Bajter muestra su fútbol en Achumani

El último refuerzo del Tigre, el volante uruguayo Maximiliano Bajter poco a poco demuestra su mentalidad ganadora dentro del plantel. El charrúa ha mejorado en la parte física y día a día está mucho mejor y listo para debutar el domingo frente a Real Potosí.

Bajter entrenó ayer junto con todos sus compañeros, primero hizo gimnasio y luego tuvieron una sesión de bastante exigencia en la parte física. Trabajo en el cuál, se destacó el nuevo jugador atigrado, en todas las vueltas que dieron alrededor del campo de juego. “Maxi” estuvo al frente de sus compañeros y trotó a un buen ritmo, demostró que está en perfectas condiciones físicas.

En menos de quince días, Bajter se aclimató muy bien a La Paz. Ayer no se lo notó agitado y terminó casi íntegro la exigente labor que planificó el preparador físico, Gustavo Pérez. Aún no está habilitado, ya que no firmó contrato con la institución gualdinegra, requisito indispensable para pedir el Certificado de Transferencia Internacional (CTI); sin embargo, en los próximas horas se solucionaría este percance para poder habilitarlo en la Liga y jugar el domingo en la Villa Imperial. “No ha firmado contrato con el club, por eso no podemos pedir el CTI. Creo que falta hacer una pequeña prueba médica. A pesar, que le hicieron varios exámenes”, dijo la dirigente del Tigre, María del Carmen Crespo. El técnico Néstor Craviotto lo conoce muy bien y no le sorprende que tenga esa respuesta física, además de querer siempre ir al frente cuando juega, aspecto que le ayuda para convertir goles. “Maxi trabajo muy bien y vamos a ver cómo va evolucionando, no la tiene fácil para ser titular, pero esta es una competencia interna y se tiene que ganar su lugar”, dijo Craviotto ayer en la conferencia de prensa. Bajter cuando tuvo su primera práctica de fútbol fue muy solidario con sus compañeros, sobretodo, porque siempre se mostraba para recibir el balón, además que se entendió muy bien con los paraguayos Pablo Escobar y Ernesto Cristaldo, todos jugaron juntos en esa práctica.

Paulo Apaza