Punto aparte
Se han producido dos acontecimientos médicos dignos de ser celebrados por todos los bolivianos. Ambos tienen que ver con cirugías cardiacas, que constituyen grandes aportes a la medicina mundial.
Uno de ellos ha merecido el reconocimiento internacional. Al doctor Franz Freudenthal, de 51 años de edad, se le otorgó el Premio Innovadores de América 2014, distinción que recibirá en una ceremonia a realizarse el 21 de este mes, en la ciudad de Medellín, Colombia. Además, se le entregará el premio de 50.000 dólares.
El Dr. Freudenthal, especialista en cardiología pediátrica, inventó un dispositivo que salvó ya la vida a 50.000 personas que padecían cardiopatía congénita, en todo el mundo. En Bolivia, cerca de 500, sobre todo niños.
El eminente profesional realizó sus estudios en la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés, de La Paz). Su primer internado lo cumplió en el Hospital del Niño.
“Cuando estaba haciendo mi internado en el Hospital del Niño -declaró a un diario local-, se murió en mis brazos (un pequeño paciente) por un problema cardiaco. En el hospital no había nadie capaz de reconocer qué enfermedad tenía. Me sentí frustrado e impotente, y fue eso lo que me obligó a buscar alguna solución para los niños con cardiopatía congénita”.
Junto con su esposa Alexandra Heath, que se especializó en la misma área, fundaron Kardiozentrum, un centro de diagnóstico y tratamiento de cardiopatías congénitas. Más adelante, ambos instituyeron la empresa PFM Bolivia, donde el Dr. Freudenthal diseñó el dispositivo con el que, inicialmente, pudo lograr que más de 400 niños con dicho mal desarrollen una vida plena.
El instrumento que inventó consta de un alambre de nitinol, que es una aleación flexible de níquel y titanio. En cirugías invasivas se lo coloca en una vena que llegue al corazón. No demoran más de 30 minutos.
Al explicar el origen de las cardiopatías congénitas, expuso que en el mundo afectan al 1,5% de recién nacidos, cada año. Crece la incidencia en la altura, o sea en lugares que están situados por encima de los 3.000 metro sobre el nivel del mar. Según estudios efectuados al respecto, se llegó a la conclusión de que la afección se eleva al 2%.
El reto que ahora se impuso es crear un recurso que permita superar los infartos cerebrales. Para este efecto, trabajará con su equipo de 80 jóvenes profesionales e innovadores, en La Paz.
Acerca del premio pecuniario que recibirá, de 50.000 dólares, anunció que lo dedicará a cubrir el costo de las cirugías a 25 niños que actualmente padecen de cardiopatía congénita en el país.
En cuanto a los esfuerzos que realiza su esposa Alexandra para intervenir en estos procesos, el Dr. Freudenthal informó que ha conseguido que la Embajada de Alemania done equipos especiales para efectuar las cirugías cardiacas en el Hospital del Niño.
La Dra. Heath es de nacionalidad alemana. Su esposo es nacido en La Paz, pero de igual ascendencia.
De la misma forma, el Dr. Alfredo Romero es merecedor de ser identificado como otra de las eminencias de la medicina boliviana. Su trayectoria de 50 años como cardiólogo le ha permitido declarar que en la Clínica Incor, de la ciudad de Santa Cruz, de la que es Director, existen las condiciones para realizar trasplantes de corazón.
“En Bolivia sorprenderemos con un trasplante de corazón”, dijo en entrevista con un medio de prensa. Agregó que “el trasplante de corazón no significa una dificultad desde el punto de vista quirúrgico, sino es más un tema económico, pues es más costoso”.
Recordó que la primera y única cirugía de esta naturaleza se realizó en Bolivia en 1979, pero que fue más sencilla, otras son más complejas.
El Dr. Romero nació en Santa Cruz en 1930. Concluyó sus estudios de la especialidad cardiológica en 1964, en la Universidad de Sao Paulo, Brasil. Retornó al país porque su intención fue “aportar a mi tierra con mis conocimientos”.
Vino a radicarse en La Paz, habiendo trabajado durante siete años en el Instituto Nacional del Tórax, luego de someterse a un examen de méritos. Ha sido el primer Jefe de la Unidad Clínica Cardiológica. Después, pasó a ser el Director del Instituto, por el lapso de tres años, tiempo en el que incorporó la Residencia Médica para los recién egresados.
A poco de ingresar al Instituto del Tórax, realizó en 1969 su primera cirugía a corazón abierto. Recuerda que la paciente se llamaba Matilde y que “felizmente, la operación fue exitosa”. Añadió que “hubo un tiempo en el que realizamos hasta tres cirugías por semana”.
A comienzos de este mes, el Dr. Romero recibió la distinción de “Oficial de la Salud”, por parte del Ministerio de Salud, en reconocimiento a sus aportes y entrega a la medicina.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |