Dakar, el lado oscuro

La curiosa denuncia por parte el Instituto geológico del Perú con referencia al desierto de ICA (que posee los yacimientos más grandes del mundo) porque el público espectador sacó de un esqueleto de ballena de 10 millones de antigüedad vertebras para la “habilitación” de butacas y sillas, mueve a sonrisa y donaire.

Pero ahora es contundente el rechazo a aquel evento, a través de instituciones ecologistas de Perú, Argentina y Chile, coincidentes con la preocupación de la UNESCO por el deterioro irreparable de patrimonios culturales, como efecto de la nociva competencia, según informes académicos y oficiales resumidos por la fundación Meyer Honninger (para nuestra región particularmente).

Por ello demandan la inmediata suspensión de aquella cita y requieren el pronto catastro de daños comprobados como resultado de la anterior realización en la región; señalando -según reporte chileno para Bolivia- la amenaza en contra de 96 especies de vertebrados, 25 de mamíferos, 61 de aves acuáticas, 41 terrestres, reptiles y anfibios al margen del daño ambiental y arqueológico.

Actualmente la consultora en huella del carbono, Dra. Valeria Revilla, con la colaboración de la embajada Británica en Bolivia, el Banco de Desarrollo para América Latina-CAF, el Banco FIE y la empresa Andrean Valley, concluyen con el resultado de los efectos del dióxido de carbono sobre nuestro territorio, en la anterior competencia, 2013 y 2014, señalando la generación de 12.800 toneladas de dióxido de carbono, tanto como la combustión de 5 millones de litros de gasolina, como resultado sólo del paso de 459 vehículos en competencia, 158 autos, 200 motos, 200 cuatriciclos, 45 camiones, sobre 1.200 Km. en el S.O. de nuestro país, en anterior ocasión, así como la generación de 95 toneladas de basura entre neumáticos, plásticos y repuestos desechados.

El informe señala que la medición sólo se aplicó a misiones indirectas: el transporte de turistas, la generación de basura y el consumo de energía extra en las comunidades del altiplano por donde pasó la competencia. Para tener una idea de la magnitud de esa contaminación, la experta aseguró que ese volumen es igual “a las emisiones que se generan por el consumo de energía eléctrica de alrededor de 11.000 familias por año”.

Pero en Europa y África, por ejemplo, por las secuelas de muerte y destrucción de anteriores eventos y por actualizadas leyes ecológicas ¡renuncian al denominado rally!

No obstante, nuestro Gobierno sin tomarse un tiempo para reflexionar sobre la situación, y/o convocar a un consenso social para la conveniencia o no de esta repetida convocatoria, envió con rapidez a un oficioso representante oficial al país patrocinante, a fin de “ofrecer” sin condiciones nuestro territorio para la cuestionada competencia perfilada para 2015.

En conclusiones, los cuantiosos recursos económicos destinados para ofrecer aquel circo mediático, deberían ser destinados en forma más utilitaria a favor de otras disciplinas en nuestro país, incluido el deporte “tuerca”, en forma más efectiva, evitando abonar la cuenta de empresas extranjeras, y protegiendo nuestro entorno cultural y ambiental.

El autor es abogado.