¿De qué color es tu personalidad?

La psicología define a grandes rasgos la personalidad como la suma de cualidades, rasgos, propiedades, características y actitudes que tiene el ser humano y que lo distinguen de sus semejantes; todos somos seres únicos e irrepetibles.

Describir y, sobre todo, conocer nuestra personalidad es de vital importancia ya que por medio de ella podremos satisfacer necesidades y enriquecer nuestra vida en los aspectos humanos esenciales: intelectuales, emocionales, físicos, energéticos y espirituales.

Con la descripción no buscamos una etiqueta, puesto que no existen las buenas o malas personalidades. En realidad los seres humanos no somos 100% positivos o negativos. Conocer básicamente nuestra forma de ser sirve para generar aceptación y valorarnos tal cual somos,  tomando conciencia de que siempre tendremos aspectos para mejorar.

 Todos tenemos una personalidad vital, tanto hombres como mujeres poseemos formas y características muy diferentes;  independientemente de los rasgos físicos, las emociones y nuestra conducta nos distinguen de una manera  más profunda, algunos somos amorosos, otros distantes, unos comunicativos, otros tienden a  ser tímidos y concretos. 

  La personalidad se ve influenciada por los diferentes entornos, tanto familiares como sociales, culturales y, sobre todo, personales. Sin embargo, aun cuando la personalidad sufra alteraciones por el contexto en el que nos desenvolvemos nunca perderá su esencia.

DALE COLOR A TU VIDA

  Una forma concreta para describir la personalidad es a través de los colores, ya que cada tonalidad representa un rasgo psicológico. La clasificación cromática sirve no sólo para describirnos, sino para conocernos y saber cómo podemos mejorar la comunicación con nosotros mismos y con las demás personas.

 Todos los colores conocidos tienen una connotación psicológica consciente o inconsciente  y pueden ser  un apoyo fundamental para mejorar nuestra actitud, generar una determinada atmósfera e  inclusive para seleccionar una vestimenta adecuada en una situación concreta; a  través  del color de nuestra personalidad podemos generar condiciones y ambientes muy atractivos que nos ayuden a tener mejores relaciones en todos los niveles.

  Los colores esenciales en la psicología del color son: azul, verde, amarillo, rojo, naranja y violeta; como colores complementarios describiremos: rosa, blanco y negro.       

  A modo de ejercicio fugaz elije con cuál de los colores anteriores te identificas… después define una tonalidad: clara, media u oscura. Por ejemplo: azul claro, verde oscuro o rojo medio.

  De acuerdo con lo anterior, encontramos en el azul a personas muy tranquilas, de fácil entendimiento, creativas, comunicativas y de gran sabiduría; este color en sus tonalidades oscuras aparece en  personas engreídas, inestables, indecisas e ignorantes.

  El verde en su lado luminoso tiene una connotación de armonía, equilibrio y estabilidad, es el color al que más recurren los amigos del medio ambiente y personas comprometidas con la ecología.  En sus tonalidades medias u oscuras encontramos a personas egoístas, despiadadas, codiciosas y con sentimientos de inferioridad.

  El amarillo es un color muy poderoso, en su tonalidad más clara representa seguridad, entusiasmo y expansión energética, es muy llamativo y debe ser portado con seguridad y confianza. Con respecto a las tonalidades neutras y oscuras, se describe a seres un poco cobardes, envidiosos y perezosos.

  El rojo es el color de la fuerza y la pasión, también expresa creatividad, valor, determinación y dinamismo; el rojo oscuro representa lujuria, destrucción y enojo.

  Naranja es el color de la alegría, energía y de la actividad constante, es muy recurrido por deportistas y todas las personas que tienen una actividad física mayor a  los parámetros  normales, en su connotación negativa nos topamos con el lado opuesto, la inactividad y la amargura.

  El violeta en su tonalidad clara y neutra expresa humanidad, comprensión, apoyo e intuición, debe portarse con mucho respeto. En una tonalidad muy oscura podremos describir características de traición, temor  y crueldad.   

  Respecto a colores complementarios: el rosa, es un  color de amor, ternura e inocencia, no tiene aspecto oscuro o negativo. El blanco y en general todas las tonalidades luminosas tienen connotaciones meramente positivas y de superación, están relacionadas con la paz y la  pureza.

  El negro y todos los tonos  oscuros en los colores representan duelo y situación de luto, sin embargo, tienen connotaciones de elegancia y respeto; en su aspecto negativo salen a flote sentimientos de superioridad.

  Los colores sirven para generar atmosferas y ambientaciones, tienen un efecto psicológico positivo o negativo en nosotros y en el entorno, además, éste se potencia siempre y cuando nosotros mismos también les proporcionemos a dichos colores nuestra energía; no basta con que me vista de azul claro para expresar tranquilidad y sabiduría si en el fondo me siento inseguro o ignorante.

  Cuando uses conscientemente los colores, tu actitud mejorará y las connotaciones psicológicas de cada tono se intensificarán. Aun cuando el color no sea el que defina tu personalidad, lo puedes utilizar para crear las condiciones deseadas en un momento específico.