De aspiraciones y derechos

El historiador y politólogo chileno Máximo Quitral Rojas publicó en el periódico La Razón, suplemento “Animal Político” de fecha 13 de julio de 2014, un artículo titulado “Una cordillera que nos une, un mar que nos separa”, en el que, al igual a todo artículo que traspasa la cordillera, contiene una serie de imprecisiones como los siguientes: dice en el primer párrafo, la aspiración del Palacio Quemado,…etc.

Para comenzar, en Chile siempre confunden “aspiración con derecho”. La aspiración es pretender algo que no es de propiedad de uno, pero se lo desea con ansia. En el caso del mar, Bolivia no aspira a tener algo que no es de ella, Bolivia reclama por sus territorios asaltados con 400 kilómetros de costa marítima, en una súbita invasión preparada con años de antelación y perpetrada en febrero de 1879 por el Chile de esos años, coludidos con empresarios extranjeros y apoyados por mercenarios europeos como Abraham Konig, quien proclamaba que “la victoria da derechos”. Pregunto ¿cuál victoria? ¿Una invasión artera es victoria? ¿Desde cuándo el asalto a propiedad privada es victoria?

Por otro lado, Máximo menciona que “para Chile el Tratado de Paz y Amistad de 1904 zanjó cualquier diferencia territorial. Pregunto, ¿qué paz y amistad ha habido entre Bolivia y Chile desde que nos asaltaron? Chile siempre ha estado invadiendo Bolivia de uno y otro modo, llevando agua, minerales, maderas, minando la frontera, ingresando a nuestro territorio con turistas y llevando cuanto encuentran a su paso. Si no cree, pregúntele a la empresa de ferrocarriles Cruz Blanca de Chile, cómo se llevaron la Maestranza de ferrocarriles de Uyuni. Creo que a Máximo le falta mucho para entender el valor semántico de las palabras y, por eso, creo que los ex estudiantes hoy diputados socialistas hacen bien en reclamar por una mejor educación y sin costo.

El autor es licenciado en economía y administración de la UMSA de La Paz /Bolivia y Adm. Pública de Victoria University of Manchester/UK.