Cartas
Señor Director:
El 21 de agosto de 1709 se fundó la ciudad bella de San Joaquín, capital de la provincia Mamoré en el departamento del Beni. El padre jesuita Superior Orellana designó como conversor de los nativos baures al padre Pedro Blanco, y para fundar la misión de San Joaquín, a orillas del Río Blanco. La misión fue trasladada durante la administración del gobernador Miguel Zamora y Triviño al sitio escogido por el cacique Gabriel Ojeari, en 1794. Está ubicada, según Alcides D’Orbigny, en una planicie donde hay un yacimiento de hierro.
San Joaquín es llamado también pueblo de “las aguas dulces”, que le proporciona el río Machupo, por lo que esos campos son de proverbial bondad. Este pueblo tradicional beniano es un bastión heroico nacional y ayer tuvo un rol protagónico en la consolidación de Bolivia.
Como nación hizo del valor humano y sacrificio una epopeya, con estilo troyano, cuando la fiebre hemorrágica, en la década del 60 del Siglo XX, castigó sus parajes con inmisericorde ferocidad y mortalidad. Ese flagelo costó 1.500 vidas de todas edades y 20 años de receso económico, aunque resurgió de sus cenizas, con sus héroes Dr. Carlos Rioja Ortega y la enfermera Corina Ojopi.
Hacia el noreste de la Amazonia boliviana se extiende su territorio inmenso, bañado por las cuencas de los colosos fluviales Mamoré e Iténez, del que dijo Raúl Otero Reiche: “Érase un río lleno de luz”.
En 1702 Cipriano Barace, fundador de Trinidad, ingresó a los pueblos de los baures y éstos le dieron muerte, al no entender su mensaje. Se dice que con este suceso los baures hicieron un cacicazgo teocrático guerrero y que la hibridación cultural de estos pueblos escribió una de las páginas más brillantes de la civilización cristiana, cerrada en un misticismo animista, en uno de los parajes más seductores, misteriosos y endémicos del mundo.
En 305 años esta tierra del Paitití, San Joaquín, ha dado ilustres generaciones de intelectuales, como Carmelo López Cuéllar, educador, periodista, fundador de dos periódicos; Lisandro Guzmán Velasco, que sentó sus reales en Mamoré; profesor Mario Saielly, nacido en Italia, sabio benefactor de los nativos more, enciclopedista y políglota; el profesor Luis Domingo Leigue Castedo y su esposa Yolanda Suárez, de la más alta labor científica y social, de los maestros en Bolivia, crearon el núcleo “Moré”, como culminación de su labor indigenista, a orillas del río Iténez, en 1938.
San Joaquín, hoy capital progresista, plena de hombres valerosos y bellas mujeres, completa el marco e idiosincrasia del Beni y Bolivia y tiene el provenir cifrado en el corredor interoceánico y con su cornucopia de riquezas naturales es parte de los 3 mil Km. de frontera fluvial con Brasil.
Los benianos del Centro Cultural Moxos saludamos de pie a este bastión heroico nacional.
Lic. Wilfredo Lijerón
Presidente C.C. Moxos
Sra. Rosaly Rea
Vicepresidente
Sra. Pura Vélez
Secretaria de Cultura
Dr. Alcindo Claros
Asesor Legal
Dr. Hans Dellien
Past Presidente
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