Problema de indigentes es la adicción al alcohol

Estos pobladores en su mayoría sin apoyo de la familia están sumergidos en el consumo de bebidas alcohólicas y en menor proporción en las drogas.

Según el director de la organización de Rehabilitación de Marginados (Remar), Jon Ugalde, la mayoría de las personas que se acerca a esa institución, tiene por objeto solicitar ayuda para salir del flagelo del alcoholismo.

DESATENCIÓN

“En La Paz hay más problemas alcohol que drogas. El 80% (en Remar se atiende cerca de 2.500 personas) empieza en el seno familiar, sobre todo cuando la familia está desestructurada; se ven a ambos padres que trabajan, ausentes del hogar; hijos maltratados; padres poco cariñosos y nada comunicativos, lo que impulsa a los jóvenes a salir a las calles en busca de afecto y contacto con otras personas”, explicó este complejo problema a EL DIARIO.

FAMILIAS FRACTURADAS

Un niño que cuenta con una estructura familiar, amor, comprensión y la confianza de la familia puede terminar adoptando esas prácticas en otro lugar que no es el seno familiar o en la calle. Al respecto Ugalde sostuvo que el niño o adolescente con ese problema a menudo frecuenta grupos de alto riesgo y sin que los padres se enteren, porque no encuentran en su momento la compresión y el afecto del entorno familiar.

COMUNICACIÓN

Explicó que es importante que los padres deban interiorizarse y conocer los problemas e intereses de sus hijos; aseguró que es necesario trabajar en los valores humanos que servirán a la persona que se está haciendo adulta.

CONFLICTO

“No solo se debe decir que el alcohol y la droga son malos, sino hay que explicar las consecuencias y lo que le puede pasar (…) Cuando uno es joven no escucha nada, quiere salir de su rebeldía, estamos con sensaciones y con identidad”, indicó.

Muchos jóvenes inician el consumo de bebidas alcohólicas, las drogas, entre otros, debido a la presión del grupo social, es decir que los propios amigos son quienes incitan a seguir aquel camino.

CIFRAS

Según los datos de Remar, el 20% de quienes tocan las puertas de institución, sufre por otros aspectos como el maltrato intrafamiliar, físico, sexual, entre otros. Muchas víctimas no precisamente viven en la calle, al contrario tienen un hogar, donde cuentan con personas cercanas de su entorno.

“Sus emociones son dañadas, es importante hacer un trabajo íntegro, es decir, cuerpo, alma y espíritu (…) muchas veces las víctimas se sienten dañadas en el alma, hay que sanar heridas físicas y emocionales”, indicó.

Se refirió al trabajo que realizan las defensorías de la Gobernación y Alcaldía, sin embargo, indicó que el trabajo que hacen termina siendo insuficiente.

RESULTADOS

Remar trabaja en Bolivia desde hace 17 años, logró atender a 22 mil personas, de las cuales el 40% pudo rehabilitarse, el otro margen simplemente volvió a su vida inicial.

Al igual que Remar, existen varias instituciones en la ciudad de La Paz que trabajan con diferentes sectores de la sociedad. Un claro ejemplo es la Asociación Departamental de Comunidades Terapéuticas (ADCT) que junto a la Red de Calle, durante todo el año realizan el trabajo de abordaje de personas en situación difícil, a fin de ofrecerles cobijo, alimento y atención médica en aquellos casos necesarios.

Esta institución junto a la Dirección de Seguridad Ciudadana de la Comuna, en esta gestión trabajó en el marco del programa “Atención, prevención y reinserción social”. Para esa finalidad, se habilitaron 12 albergues para atender a las personas en situación de vulnerabilidad, conforme a su edad y género.