Así no vale

La potencia del motor y la potencia eléctrica están “mapeadas” juntas para alcanzar el mejor tiempo de vuelta y el piloto simplemente tiene que manejar utilizando toda la potencia disponible, la energía eléctrica proviene de la llamada unidad de calor generadora del motor con la que se puede cargar el pack de baterías.

Con este concepto salió en busca de la victoria el alemán Rosberg, desde el giro treinta y cuatro para tratar de alcanzar al piloto australiano Daniel Ricciardo, quien le aventajaba por más de 24 segundos, tal vez si la decisión hubiese sido antes del giro mencionado la historia tuviese otro ganador.

Hasta ahí, bien Mercedes, mostró su potencia y tecnología, lo malo de Rosberg, fue la maniobra que realizó cuando estuvo detrás de su compañero de equipo Luis Hamilton, quien tuvo una salida espectacular, lo “tocó” y le dañó la rueda trasera izquierda. El inglés quiso retirarse de la competencia, pero el equipo le dijo no, hay que intentar sumar puntos para el campeonato de constructores donde es líder. De ahí, adelante la competencia fue otra aparecerían lideres eventuales, hasta Alonso fue primero, pero el plan de carrera delineado por Red Bull, fue clave, porque después del incidente entre Rosberg y Hamilton, ordenó el cambio de neumáticos al monoplaza de Ricciardo que la usó hasta el final y el australiano supo aguantar la presión que ejercía el piloto alemán, giro tras giro. Rosberg, fue “rechiflado” en el acto de entrega de premios por esa artimaña realizada contra Hamilton, lo bueno que existe siempre una revancha y eso sabe el alemán.

Buena carrera del fines Kimi Raikonnen, la mejor del año, intento estar más arriba, pero el coche funcionó con toda su potencia y no le alcanzó para subir al podio.