Tokio, (EFE).- Las autoridades niponas elevaron ayer a 50 la cifra de muertos por las lluvias torrenciales caídas el pasado miércoles en el oeste de Japón, mientras que nuevas precipitaciones han obligado a suspender la búsqueda de las 38 personas que siguen desaparecidas.
Las precipitaciones récord registradas en la madrugada del martes al miércoles en la localidad de Hiroshima provocaron desplazamientos de tierra, inundaciones y flujos de barro que se llevaron por delante centenares de viviendas ubicadas en las faldas de las montañas.