Un sismo de magnitud 6,1 en la escala de Richter se percibió ayer en el norte de California. El temblor más poderoso registrado en la región en los últimos 25 años sacó a muchos residentes de la cama y tuvo su epicentro a unos 10 kilómetros al sur de la ciudad de Napa, una localidad de 77.000 habitantes en el estado de California y a una profundidad de 10,8 kilómetros.
Tres personas resultaron heridas de gravedad, incluyendo un niño que presentaba múltiples fracturas luego que una chimenea le cayera encima, dijo el jefe del departamento local de bomberos, John Callahan. Se produjeron seis incendios, incluyendo uno que consumió varias casas rodantes, indicó.
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró estado de emergencia, a fin de liberar los recursos del Estado para el servicio de emergencias local. La mayor parte de los daños parecían concentrarse alrededor de Napa.