Computadoras de campaña y no de formación

Uno de los mayores problemas para los padres de familia de diferentes unidades educativas fiscales en la ciudad de El Alto fue el pago por clases de computación en beneficio de sus hijos, que representaba un gasto de Bs 25 por cada tres meses, erogación que debía ser eliminada con la entrega de 15.300 computadoras para alumnos de secundaria.

El acto de la entrega de las computadoras fue un show proselitista, desarrollado el pasado 31 de julio en el coliseo “Héroes de Octubre”, ubicado en la avenida Juan Pablo II, donde alumnos de los tres ciclos de más de 300 unidades educativas deberían recoger sus computadoras, “para que sean aprovechadas para el bien de ellos y de sus familias”, según se dijo en dicha ceremonia el presidente Evo Morales.

Pero como siempre sucede cuando un acto tiene tintes políticos, padres de familia de más de ocho unidades educativas de El Alto denunciaron que sus hijos no pudieron llevarse las computadoras, a pesar de que el Presidente había dicho que eran para ellos y sus familias, ya que por órdenes del Ministerio de Educación debían devolverlos a la dirección de cada unidad educativa.

Lo cierto es que a más de 25 días de haberse entregado las computadoras con un valor de $us 400 cada una, erogando más de 35 millones de bolivianos, estos equipos duermen en oficinas, depósitos o direcciones de establecimientos educativos, porque no se planificó el uso y la entrega de estos equipos a los directos beneficiarios.

En los establecimientos escolares se ve que las aulas no están acondicionadas para el uso de las computadoras, porque no tienen conexiones eléctricas, enchufes, alargadores o simplemente no hay dinero para el pago por la energía eléctrica por el uso de los equipos, razón por la que los directores optaron por el camino fácil de mantenerlos guardados bajo llave.

Pero es permanente el riesgo de que esas computadoras sean sustraídas de los establecimientos escolares, hecho que ocurrió en varias oportunidades, siendo responsables del cuidado de los equipos de computación directores y porteros. Lo cierto es que esos aparatos tecnológicos son hoy parte de los archivos guardados en cada establecimiento escolar.

Y pese a que autoridades del Ministerio de Educación advirtieron a los profesores con multarlos si no hacen uso de las computadoras, dicha instancia desconoce las condiciones de la infraestructura en la que pasan clases los futuros bachilleres, quienes no tienen permiso para llevar a sus casas las computadoras, por lo tanto sienten frustración por ser tomados en cuenta sólo para la foto y no para mejorar sus conocimientos.

Si la entrega de equipos de computación no fue parte del show proselitista al que nos acostumbraron los partidos políticos desde hace más de 29 años, se observa la falta de planificación del Ejecutivo, que primero debió verificar las condiciones en las que se encuentran las aulas escolares. Dichos equipos deberían ser entregados a los directos beneficiarios, que son los estudiantes, bajo el único compromiso de que asistan con ellos a clases y que los utilicen como corresponde.

Así se evitaría que los padres sigan haciendo pagos innecesarios por la materia de computación, por las visitas a centros de Internet, donde los educandos corren el riesgo de ser abordados por antisociales. Pero si la computadora estuviera a su cargo, el alumno no tendría excusa para mantenerse en la calle.

La autora de esta nota es redactora de El Alto.