Ancianos sentenciados a morir de hambre

Lamentable es lo que está pasando en nuestro desgraciado país, supuestamente dentro del programa gubernamental del “vivir bien”, ejecutado por el Estado Plurinacional de Bolivia, presidido por Evo Morales Aima, quien en vísperas del 6 de Agosto (189 aniversario de la creación de la República de Bolivia), anunció públicamente: “Nuestros ancianitos y abuelitos tendrán una gran sorpresa”, y según los medios de comunicación gubernamental de difusión a nivel nacional, decía que los jubilados rentistas recibirían Bs. 2.600 y los no jubilados recibirían Bs. 3.250.

Tal anuncio provocó la algarabía de los ancianos y ancianas en general, que entre lágrimas agradecieron a Dios por haber iluminado al Presidente de Bolivia, para que como supremo reconocimiento a miles de personas que después de 30, 40 y más años de arduo trabajo, ya cansadas y envejecidas, por lo menos reciban un monto que si bien no solucionará sus deficitarios presupuestos mensuales de alimentación, por lo menos les permita comprar, por adelantado, artículos de primera necesidad, y de esa manera hacer frente a las continuas alzas de precios de productos en general.

Pero pasados tan sólo unos pocos días de la anunciada “sorpresa”, también mediante los medios de comunicación gubernamental se escuchó la “mala noticia” que vino disfrazada de “aclaración”, esto es, que el Presidente se había referido dizque a que los ancianos Rentistas Jubilados, que recibirían un monto extra de Bs. 200, y los ancianos no rentistas recibirían un monto extra de Bs. 250, correspondiente a la “Renta Dignidad”, que recién se les haría efectivo en diciembre de cada año.

Pero lo que lamentan y censuran los miles de ancianos y ancianas es la mentira, el engaño y burla cruel de los que son víctimas por parte del ministro de Economía, Luis Arce Catacora y del presidente Evo Morales. En el caso de los ancianos no rentistas, no aumentarles la “Renta Dignidad” para que por lo menos cubran sus más premiosas necesidades alimentarias, es sentenciarlos a “morir de hambre”. Y en el caso de ancianos Rentistas Jubilados, al negárseles el pago del aguinaldo por la gestión 2013, y además el retroactivo del aumento salarial del 10% correspondiente a la gestión 2014, constituye desconocimiento de la Constitución Política del Estado, que dice en la Sección III. Derecho al trabajo y empleo. Artículo 48. III: “Los derechos y beneficios reconocidos a favor de las trabajadoras y trabajadores no pueden renunciarse, y son nulas las convenciones contrarias o que tiendan a burlar sus efectos”. Es también sentenciarlos a morir de hambre, lo que en el contexto del Derecho Internacional es “genocidio”. ¿Qué lástima, verdad?