El mar boliviano: ¿aspiración o derecho?

Un sofisma que mantienen los chilenos durante más de 130 años, a fin torcer la verdad y engañar al mundo sobre la verdad del enclaustramiento de Bolivia, es mencionar continuamente que Bolivia ASPIRA a llegar al mar Pacífico a costa de reducir el territorio con que Chile nació a la vida independiente en 1818 y eso es completamente falso. Como es de esperar, el invasor no menciona el asalto armado de febrero de 1879 y proclama permanentemente que Bolivia tiene la aspiración de romper su enclaustramiento quebrando territorio chileno. Y para tal propósito inventaron diferentes sofismas, como que Bolivia nunca tuvo mar o que atentó contra su economía al establecer un mísero impuesto de 0,10 centavos al quintal de guano o que hubo guerra entre Chile y Bolivia y otras falsedades para engañar a la opinión pública.

Lo lamentable es que esa idea está fijada en el razonamiento de muchos intelectuales trasandinos y aún en la idea de muchos habitantes de nuestro país, lo que demuestra que el invasor tergiversó la verdad aún incluso antes de la propia invasión. Pero como es imposible engañar a todo el mundo, con alguna frecuencia aparecen artículos que publica la prensa nacional y uno de ellos es el artículo titulado “El mar: ¿mito o realidad?”, preparado por el diplomático de carrera y profesor de Relaciones Internacionales en París (Francia), señor Carlos Antonio Carrasco, publicado por La Razón, de 28 de junio de 2014.

En este análisis, el profesor Carrasco comenta sobre el folleto de Chile titulado “Chile y la aspiración marítima boliviana: ¿mito o realidad?”. Y se refiere a las “argucias” chilenas para continuar engañando a la opinión pública sobre la realidad del caso. Más aún, agrega a su análisis el excelente estudio efectuado por un personaje de talla internacional, el comandante Fidel Castro Rus, quien llevó a cabo un estudio integral de nuestro problema y, en una oportunidad en que lo visitó la presidenta de Chile Michelle Bachelet, le habló del histórico caso y le reprochó por la abusiva actitud chilena con Bolivia y más aún, cuantificó la astronómica cantidad de beneficios que reciben de ese ultraje a un país auténticamente americano de parte de un Chile que es notoriamente de raíces europeas.

La cantidad de recursos que recibe Chile es astronómica, lo cual lo convirtió en un país altamente capitalista. El diplomático Carrasco comenta que la respuesta chilena no se hizo esperar, que fue en términos altamente groseros con el fin de encubrir engaño, pero el Comandante no se amilanó y utilizando argumentos aún más contundentes les dijo: “no tengo otro compromiso que con la verdad histórica”.

Finalmente dice el profesor Carrasco que, no se pretende, como sostiene el documento chileno de marras, “modificar límites ni observar acuerdos estipulados en el Tratado de 1904, sino negociar amigablemente un nuevo instrumento jurídico, donde se contemple una salida directa y soberana para Bolivia al océano Pacífico”

En esta dinámica de conocer opiniones diversas sobre el tema que nos afecta por tanto, se dio lectura a una publicación tomada del Internet y publicada por el periódico La Tercera de Chile, del 14 de agosto de 2014, titulado “El JAQUE DE BOLIVIA”, escrito por el chileno Francisco Balart, abogado y doctor en derecho público, quien explica que “Bolivia tiene un objetivo claro e irrenunciable: salir al mar. El que lo impide es Chile”.

Continúa y dice: “Durante mucho tiempo siguió una estrategia equivocada, porque ignoró que más allá de la igualdad formal entre estados soberanos, la desigualdad de su organización social e institucional, así como su menguado poder militar y económico, la condenaban a la impotencia. Un modo que cambió en los últimos años y hoy tiene en jaque a nuestro país”, lo que no menciona Balart, quién es el responsable para que Bolivia se encuentre en esa situación de desventaja.

Prosigue el abogado y comenta el mecanismo llamado “estrategia indirecta” que tiene por fin evitar el choque entre las fuerzas, mientras teje sutilmente una malla destinada a envolver al contrincante para restarle libertad de acción, lo que no radica en paralizar al adversario, sino en confiar la decisión del conflicto a la maniobra exterior. Evitar el enfrentamiento en la zona en disputa, procurando que la propia causa se identifique con las tendencias emocionales dominantes entre quienes crean opinión en el mundo”. No cabe duda que se refiere a las declaraciones del comandante Fidel Castro y las de otras personalidades como el profesor de París Carlos A. Carrasco. En todo caso Balart piensa en el fallo final que emitirá la CIJ.

Continuando con su análisis, el abogado chileno menciona “La apelación a la equidad como condición de paz entre los pueblos, la desvalorización del derecho, el revisionismo histórico y la victimización dice son herramientas poderosas para obtener éxito en ese terreno”. El abogado no toma en cuenta que el asalto a la propiedad privada no confiere derechos y tampoco que revisar la historia torcida a propósito por los invasores, no son cosas que deban quedar en el olvido. Es evidente dice, que Chile nada tiene que ganar y mucho que perder. Para finalizar, el articulista sostiene que “es necesario aceptar que estamos envueltos en un conflicto político y no jurídico, cuyas reglas de combate son las de la estrategia indirecta y que si no lo entienden, el jaque mate será inevitable.

El análisis de la ex Sociedad y ahora Comité de Estudios Históricos es que el problema se lo debía tratar por la vía jurídica por el tema del despojo violento de propiedad, pero también es político porque está sujeto a la decisión en última instancia de los grupos políticos de ambas partes. En conclusión, si alguien tiene una aspiración es Chile, porque pretende mantener su acto delictivo de 1879 en situación de statu quo, sin que se conozca la verdad de los hechos y continuar usufructuando de propiedades que no le pertenecen.

Emilio Luizaga Guzmán

Presidente C.E.H.B.

Samuel Castellón Arce

Secretario General

Waldo Silva Alfaro

Secretario de actas