Rentistas Jubilados sólo piden lo que les corresponde por derecho

Escuchamos expresiones que hieren la dignidad de miles de ancianos y ancianas, cuando el ministro de Economía Luis Arce Catacora, desconociendo derechos, públicamente declaró que el Gobierno ¡no puede DISTRAER fondos económicos del Estado, para beneficiar a “unos cuantos” (Rentistas Jubilados), en detrimento de otros sectores.

Pero el ciudadano común le aclara que los fondos económicos con los que se paga las rentas mensuales a los Jubilados Rentistas, ¡NO SON DEL ESTADO!, son recursos propios de dicho sector, es decir aportes mensuales que responsablemente hicieron cuando conformaban la clase laboral activa del país durante 30, 40 y más años de trabajo productivo. Lo hicieron justamente para que pasados los años, al llegar a la inevitable vejez, tengan una renta propia de jubilación que les permita hacer frente a sus más premiosas necesidades personales y familiares.

Tales aportes se fueron acumulando mensualmente, en una cuenta corriente del Banco Central de Bolivia, en su condición de ADMINISTRADOR, para su respectiva inversión en bancos y organizaciones internacionales de ahorro, por supuesto con altos intereses anuales. Esos intereses se fueron acumulando y consecutivamente fueron reinvertidos, y constituyeron fondos propios de los Rentistas Jubilados. El Estado en su condición de administrador lo único que hace mensualmente es pagar las Rentas de Jubilación, así como anualmente el aguinaldo y/o cualquier otro beneficio social que se otorgue a los trabajadores activos.

Tal administrador usó dichos fondos económicos, sabe Dios en qué montos y por cuánto tiempo, para cubrir sus constantes déficits económicos, y no se sabe si los mismos han sido devueltos o reintegrados. Y el Estado administrador, pese a las constantes reclamaciones hechas en el pasado, para conocer a cuánto alcanza el total de sus “ahorros acumulados”, nunca ha dado una respuesta. Además, ante el pedido para devolución de aportes del Magisterio nacional, y otros sectores laborales, lo único que hace el Estado administrador es prestar oídos sordos.

Para finalizar, el ciudadano común le pregunta al ministro Arce ¿no es cómplice de la distracción de fondos del Estado, en la compra del avión presidencial de más de 45 millones de dólares, del satélite chino de 350 millones de dólares?, ¿de canchas de fútbol con césped sintético? Llenaríamos páginas mencionando “distracciones” de fondos del Estado, en detrimento de la no construcción de hospitales, escuelas, colegios, caminos carreteros, fuentes de trabajo y otros.

También le preguntamos: ¿no es cómplice por el no pago de impuestos por los cocaleros del Chapare cochabambino, como de los mineros cooperativistas, que exportaron minerales por más de 1.400 millones de dólares, pero que pagan apenas 45 millones?, ¿no es distracción o malversación de fondos del Estado la compra de camiones de alto tonelaje para obsequiar a cooperativistas mineros?

Y nuevamente llenaríamos páginas, pero ¿para qué?, si el pueblo de Bolivia conoce por demás “las distracciones del Gobierno”. ¿Verdad que sí?