Operaciones psicológicas



Adolf Hitler creó un aparato multidisciplinario y de propaganda política, en el empleo de las operaciones psicológicas.
 GALERÍA(3)

Las operaciones psicológicas que explotan deliberadamente y con determinados fines emociones y anhelos de las personas, de rudimentarias en inicio han escalado dimensiones científicas y hoy son inseparables instrumentos de la actividad política.

Las operaciones psicológicas son compañeras de la Humanidad desde mucho antes de que esta culmine en la palabra escrita. Empero, su origen como ciencia que recurre a factores sicológicos, data de la Primera y Segunda guerras mundiales.

Entre los años 1917 y 1945, la rama de las operaciones sicológicas se bifurcó como arma persuasiva, intimidatoria y de presión en dos sectores definidos: Militar y Ciencias Sociales, vale decir, en el sistema de comunicación de masas.

Durante las grandes guerras mundiales, los dos frentes irreconciliables, comenzaron a perfeccionar sus mensajes, dirigidos por radio, volantes y cartillas arrojadas desde aviones hacia las trincheras, informando la mayor de las veces, mentiras sobre éxitos bélicose incluso, llegando negativamente al sentimiento de los soldados y de la población social.

Los mensajes buscaban desmoralizar a los combatientes e influir en las familias que habían quedado en la retaguardia, con el objeto de promover desaliento, pesimismo y deserción.

En política, las operaciones sicológicas viajan por tres formas de propaganda: Propaganda blanca, con fuente identificada; propaganda gris, con propaganda que no idéntica su fuente y propaganda negra, que identifica con una fuente no real ni verdadera. Es la más cercana a la propaganda que encubre la “guerra sucia”.

La “guerra sucia” recurre al chantaje, a la mentira, a los bajos sentimientos y genera mensajes totalmente nefastos para el objetivo al que se ataca.

En nuestro medio político, se podría escribir un testimonio de grueso volumen porque, de una u otra manera, durante y antes de los procesos electorales, la “guerra sucia” enlodó, destrozó y desmereció a políticos e instituciones.

En el actual proceso electoral, la “guerra sucia” ya cobró algunas víctimas y con seguridad, seguirá quitando virtudes y sembrando resentimiento entre quienes la reciben y la utilizan como único argumento, ante la ausencia total de un programa de gobierno.

(Clovis Díaz)

TITULARES

 
Revistas
Publicidad
Portada de HOY

JPG (813 Kb)      |       PDF (293 Kb)



Cotizaciones
1 Dólar:6.96 Bs.
1 Euro:9.01 Bs.
1 UFV:1.98198 Bs.

Publicidad