El realizador independiente Frederick Wiseman, padre del documental moderno y autor de títulos como Titicut Follies (1967), Welfare (1975) o Public Housing (1997), ha recogido en el Festival de Venecia el primer León de Oro a un documentalista.
“Siempre he tratado de hacer películas con una estructura dramática, aplicando el modelo de ficción al documental”, ha explicado el director estadounidense, de 84 años, un habitual de la Mostra.
Productor y distribuidor de su propio trabajo, Wiseman ha explicado esta elección porque “es la mejor manera de que no te engañen” y ha reconocido que hoy en día, con internet, todo es más fácil.
Ganador de cuatro Premios Emmys, Wiseman trabaja también en teatro, donde dirigió “The Last Letter”, basada en la novela “Vida y destino” de Vasily Grossman. Su trabajo más reciente es “National Gallery” (2014), que presentó en el pasado Festival de Cannes.
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