Un minuto de meditación, la clave para darme atención a mí mismo

Si nuestra mente fuera una esfera de un color amarillo brillante ligeramente transparente y de su centro brotara un rayo de color azul, ese rayo imaginario representaría nuestra facultad de atención.

El rayo de nuestra atención está conectado constantemente con los pensamientos que percibimos del mundo externo y con los archivos de nuestra memoria profunda y lo hace a través de los cinco sentidos y también de manera directa con la percepción de la mente subconsciente.

Cuando ese rayo no descansa y se mantiene conectado con todos los pensamientos negativos comienza a generar una situación llamada estrés.

Ya sabemos que el estrés es muy peligroso y que es en realidad un estado de aviso, de advertencia para que desconectemos nuestro rayo de la atención de los pensamientos negativos y de las preocupaciones que son cosas transitorias como todo lo demás de esta vida.

En el libro de Spencer Johnson “Mi minuto esencial” enseña el autor a tomarse un minuto en cualquier momento del día en que uno pueda hacerlo para meditar una pregunta que es la siguiente:” ¿Cuál sería una mejor manera en que debería cuidar de mí mismo?

Yo he creado una metáfora parecida para poder tener una idea visual de lo que significaría “cuidar de sí mismo”.

La metáfora dice:”Si yo fuera un jardín y quisiera cuidar de dicho jardín: ¿Qué acciones haría para cuidar de dicho jardín? ¿Qué haría para mejorar su apariencia? ¿Su vitalidad? ¿Qué le diría al jardín para hacerle oír las palabras veraces y necesarias que yo quisiera decir?

Ahora vamos a la meditación de un minuto, varias veces al día en cada momento en que pueda realizarla: solo debe poner su cuerpo en un estado de comodidad y recordar que está aprendiendo a cuidar de sí mismo y que va a realizar un alto mental tanto consciente como inconsciente y va a imaginar que es usted un jardín, visualícelo tal como esté actualmente dicho jardín imaginario, contemple ese jardín imaginario tal como esté en este momento, luego proceda a imaginar que se pone a regar ese jardín, vea mentalmente todos los detalles y sienta el placer de dar vida, frescura y vitalidad a su jardín personal;  luego limpie las hojas marchitas y proceda a un barrido enérgico y completo y después de esas acciones mentales, contemple cómo ha quedado su jardín mental; respire profundo y proceda a reanudar sus actividades normales y repita la meditación en todos los momentos en que pueda hacerla, los resultados le sorprenderán, nos vemos en el artículo de mañana.

Reflexión: “Un poco de soltura y un poco de relajación y de buena voluntad hacia sí mismo produce cambios significativos en nuestro proceso de vivir”

Nota: Estos artículos se publican todos los días y no sólo los domingos, en su periódico preferido El Diario, y son coleccionables para comunicarse mejor con los hijos.

Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema de su vida, llame a los teléfonos del encabezado (72513317-78894080-2488284), los problemas solo se resuelven cuando se los afronta con seguridad.