Feminicidio conmueve en Cobija

Cobija (EL DIARIO).- Un sargento de la Fuerza Aérea dio muerte a su cónyuge con doce puñaladas, la noche del pasado lunes, luego de una discusión familiar. Ocurrido el asesinato, el hombre se clavó el cuchillo en la garganta, en un intento fallido de suicidio.

El hecho se produjo aproximadamente a las 22 horas, al interior de una librería de propiedad de los esposos, situada en el mercado El Abasto, de Cobija, la que permaneció abierta al público, mientras al interior se desarrollaba un sangriento drama. Los hijos de la pareja, ambos menores, trataron de pedir socorro, sin éxito, presenciando el fatal desenlace.

La víctima, María Isabel Yujra Serna, de aproximadamente 48 años de edad, era funcionaria judicial y trabajaba como asesora legal de la Dirección Administrativa y financiera del Órgano Judicial, cargo al que había sido promovida no hace mucho tiempo.

El autor Cirilo González Quispe, músico y militar, que fue captura en el lugar de los hechos y auxiliado, presentaba una herida en la garganta a consecuencia de haberse auto infringido un corte profundo, en el intento de quitarse la vida.

UN LARGO CALVARIO

María Isabel Yujra Serna llegó como muchos otros migrantes a la ciudad de Cobija en la década de los 80, junto a su cónyuge. Ambos trataron de ampliar sus horizontes dedicándose la estudio del derecho, graduándose la mujer como abogado, entre las primeras promociones de la Universidad Amazónica de Pando.

Sus compañeros de universidad la recuerdan como una mujer sensible. Una de ellas, comentó que ya en esos años la víctima sufría malos tratos y era golpeada por el marido, quien la exigía que abortase, ya que se encontraba en cinta.

La situación derivó en el enfrentamiento de los universitarios con Cirilo González, el que optó por prohibir a su esposa se juntase con sus compañeros.

Pese a eso, María Isabel buscó el apoyo entre sus amigas, ya que Cirilo de manera continua flagelaba a los hijos de la pareja, que suman cuatro de diversas edades, que van desde los 20 años el mayor que estudia fuera de la ciudad, a una hija, la última del matrimonio, de sólo 10 años.

DEFENSORÍA DE LA NIÑEZ

Los malos tratos a los menores motivaron que Isabel Yujra recurriera años atrás a la defensoría de la niñez, la que intervino en protección del segundo de los hijos.

Al drama de la violencia física se sumaba el comportamiento promiscuo de Cirilo González, quien continuamente frecuentaba otras mujeres, provocando escenas de dolor al interior del seno familiar, situación que hace un par de años hizo crisis, motivando que la ahora fallecida lo expulsara del hogar común, al que retornó bajo la promesa de un mejor comportamiento.

AYUDA Y ADULTERIO

Semanas antes del fatal desenlace, la víctima recurrió en pedido de ayuda a la sicólogo del Poder Judicial, la que le dijo que no era posible que le colaborase por las dificultades que atravesaba su familia, debido a que eran colegas de trabajo y amigas.

Sin embargo, esta le sugirió recurriera a la sicólogo de la Caja de Seguridad Social, lo que fue aceptado por María Isabel.

A tiempo de concurrir a la cita con la sicólogo, en una moto taxi, la casualidad permitió que observase a su cónyuge desplazándose en similar dirección en motocicleta y que momentos después viera a la supuesta amante del marido, una funcionaria de la Intendencia Municipal, según nuestras fuentes, seguirlo en otro vehículo.

La mujer indicó al taxista que siguiera a la pareja. Luego de ubicarlos, pudo sorprenderlos en pleno adulterio, generándose un enfrentamiento. La consecuencia de esta situación motivó que nuevamente el marido Cirilo González abandonase el hogar común.

El hombre buscó a diversos amigos en común para convencer a la esposa que le permitiera el retorno a la vida marital.

Incluso en los últimos días de la semana pasada se preparó un documento donde el hombre reconocía sus “errores” y se comprometía a una nueva vida.

UNA VIDA POR REHACER

Por su parte, María Isabel Yujra, alentada por su entorno y por su condición de profesional con ingresos propios, decidió iniciar una vida nueva en independencia.

El pasado fin de semana con compañeros de trabajo la víctima concurrió a un matrimonio, publicando las fotografías de este evento en las redes sociales.

El domingo pasado compartió con Cirilo y con amigos de ambos hasta altas horas de la noche, sin que hubiese problemas o violencia en la pareja, analizando una posible reconciliación.

Según comentarios de su círculo de amistades, el día lunes el hijo menor de ambos se encontró con el padre en horas de la noche, cuyo centro de trabajo queda frente al Abasto y a la tienda de la víctima. El menor habría suplicado al papá que lo acompañase a la tienda.

Se ignora el motivo que motivó la reyerta, aunque se cree que María Isabel ya no perdonaría al cónyuge y pretendía rehacer su vida, por lo comentarios que hizo a sus amistades. La tienda que queda sobre una céntrica y concurrida avenida, cuenta con un baño en el fondo, donde se habrían situado los esposos para discutir sus problemas de manera privada. Fue ahí donde Cirilo le propinó cuchilladas a María Isabel, rasgándole el abdomen y provocándole la muerte. Los menores, al momento de intervenir los comerciantes vecinos, estaban cubiertos de la sangre de su madre. Cirilo González se clavó el cuchillo con el que mató a su esposa, sin lograr quitarse la vida.

VELORIO

Sorpresa entre los funcionarios judiciales por la gravedad de los hechos, manifestaron a este medio. “Era una persona callada. No estábamos enterados de nada de su vida privada”, dijo uno de ellos. Su escritorio permanecía ordenado y con una flores de adorno, esperando a María Isabel.

En el salón mortuorio, la presencia masiva de los compañeros de sus hijos atestiguaba la dimensión de la tragedia.

Los menores seguían en estado de shock y habías sido llevado a la casa familiar, donde estaban al cuidado de parientes.

El asesino, según fuentes hospitalarias, había sido atendido y está fuera de peligro.